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Quien despacha actualmente en la diputación local por el distrito de San Felipe Orizatlán, el único no morenista, Miriam del Carmen Candelaria García, entregó insumos sanitarios en el hospital la Ilusión de Tlanchinol, como garrafas repletas de cloro, seguramente. Todo muy bien con las aportaciones de las y los legisladores hidalguenses, solo una duda, ¿para qué transmitirlo en vivo?
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Se asoma ya el fin de semana y con él, el característico nerviosismo de las autoridades municipales de Zempoala, quienes solo atinan a realizar perifoneo para pedir a la población que no acuda al tianguis semanal de Inundaciones Santa Matilde, donde miles de personas se dan cita sin temor alguno al coronavirus y ante la imposibilidad de meterlos en cintura, ya mejor les regalan caretas.
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La que con tono más bien involuntariamente humorístico pregona su ardua labor, sea de manera virtual o presencial, es la expanista, experredista y neomorenista Sandrita Simey “La paloma” Olvera, que dice trabajar arduamente desde el coche, desde el celular y desde donde sea para construir la #4T, esa muletilla que de tanto repetirla se vuelve absurda, hueca, sin consistencia política.
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Paterfamilias preparan la venganza contra docentes que exigen tomar fotos a los menores mientras realizan sus actividades escolares en casa y presencian los programas educativos a través de la televisión, claro, aquellos privilegiados que cuentan con los medios correspondientes. Cuando regresen a las aulas, exigirán a los profesores comprobar, también con fotos, que en verdad trabajan.
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Y sobre los apóstoles de la educación, resulta que a nivel nacional le incrementan el porcentaje de aceptación al presidente, Andrés Manuel López Obrador, en torno a las medidas clientelares que ha tomado durante la época de pandemia, pues 64 por ciento de ese gremio lo avala, mientras que 63 por ciento de los empresarios, a cualquier nivel, y 61 por ciento de los desempleados lo desaprueban.
ACLARACIÓN
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