La mala alimentación no es un fenómeno que dependa solamente de la voluntad de las personas. Equivocadamente, a veces se le atribuye una responsabilidad al individuo sobre lo que come y cómo se alimenta. 

La raíz está en los alimentos que tenemos disponibles. En México, y me atrevo a decir que en muchos otros países, “tenemos una monstruosa y monumental sobreoferta de alimentos industrializados” en forma de bebidas y sólidos, que son de muy bajo valor nutricional y, por el contrario, de altísimo poder calórico.

Lo anterior es parte de un discurso que dio, hace unos días, Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud mexicano, cuyo mensaje fue retomado por pocos medios de comunicación ya que su principal apuesta se centra en hablar de contagios, cifras y demás cosas relacionadas al tema de moda llamado COVID-19.

López Gatell agregó que en México, anualmente mueren por diferentes causas unas 600 mil personas en promedio; sin embargo, resaltó que más de la mitad de estos decesos están relacionados con una mala alimentación:

De ahí sobreviene el sobrepeso, diabetes, enfermedades cardiovasculares, cancer, insuficiencias renales… hay una lista interminable, que se mezclan con la falta de una cultura de cuidado “desapercibida” por gobiernos, pero impuesta por élites que gobiernan el mundo, y que tienen presencia a través de sus empresas transnacionales. 

LA CURA 

La cura ha estado siempre al alcance de la mano: nosotros somos seres vivos, por lo tanto necesitamos alimentos vivos, no muertos (cadáveres) ni procesados.
Asimílalo a tu conveniencia y con las herramientas que dispongas: TRANSFORMA TU ALIMENTACIÓN.

EL PLANETA ES UN CORRAL CON HUMANOS EN ENGORDA 

Así como las granjas de pollos o puercos, tal pareciera que la humanidad viviera en una granja de engorda, donde el principal recurso es la extracción energética; va más allá de la economía o el poder. Por ello se busca siempre el control humano. 

Todo esto se da en complicidad, élites y gobiernos, quienes acatan órdenes de razas extraterrestres, ellos son los principales interesados en que la humanidad permanezca mermadas física, mental y emocionalmente. Quieren verla dormida.

Ellos no son capaces de generar su propio alimento, son “zánganos cósmicos” que, los creadores de diversos sistemas, métodos, dogmáticos y culturales, pues a través de ello tergiversan la energía divina que tenemos los verdaderamente seres humanos.

Decía Platón: “Aquellos que pueden ver más allá de las sombras y mentiras de sus culturas, nunca serán entendidas y mucho menos comprendidos por las masas”. 

GRACIAS.

 

ACLARACIÓN  
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.

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