Probablemente ustedes al igual que yo, en estos momentos se sientan saturados alrededor del COVID-19. La desinformación fluye por todas partes. De buena parte de los medios de comunicación percibo un ánimo fatalista y catastrófico respecto al tema.
Lo lógico sería que la población ante el pánico ocasionado por los medios, tomara precauciones ante la presencia del maligno virus. Este temor que existe en cierta parte de la ciudadanía, ha conducido a generar acciones como la compra excesiva e innecesaria de productos de higiene y alimentos. Esto no es actuar con precaución.
Las clases presenciales en todos los niveles educativos pararán treinta días. También en algunos centros laborales habrá desde ya un paro. Excelentes medidas para prevenir un contagio masivo. Dada la situación podría dedicar la columna de hoy a recomendar películas y series para hacer más llevadero el apartamiento necesario.
Pero entonces hago una reflexión. Los próximos días no serán vacaciones, esto no es una fiesta. Si bien algunas personas se podrán dar el lujo de dedicar los próximos días al ocio y el entretenimiento, gran parte de la población en México, estará preocupada por ver sus ingresos económicos limitarse.
Hasta el año 2016, solo el 60% de la población nuestro país tenía acceso al internet, hoy una herramienta necesaria para satisfacer las demandas del entretenimiento audiovisual en casa. Para el segmento poblacional que carece de servicios de internet será difícil pasar tiempo en casa, acatando la distancia social.
Los próximos treinta días, los mexicanos tendremos una dura prueba como sociedad. Veremos si somos capaces de tener empatía por nuestro entorno y por la situación; los mexicanos sabremos si somos un pueblo capaz de colaborar entre nosotros antes de la tragedia, porque para esto ya sabemos que sí nos ayudamos. Lo importante, si está a nuestro alcance, es evitar una gran tragedia.
El primer favor que nos debemos hacer es evitar el consumo de contenidos audiovisuales catastróficos. Esto incluye al cine. Hoy les recomiendo no ver películas sobre desastres, contagios o cualquier otra adversidad planteada desde la ficción. Si pueden tener un espacio dedicado a ver películas o series, escojan algo amable.
Por el momento ir al cine no es opción. Si ustedes tienen acceso a alguna plataforma de streaming, es momento de consultar los catálogos de cine de comedia. Reír en los próximos días será saludable. No olvidemos que el COVID-19 es algo serio, tomemos esto calma, pero responsablemente.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.
