Una epidemia reciente, que amenaza con convertirse en pandemia, mucha información pero no toda es cierta ¿qué es? ¿qué es lo que nos debe preocupar? 

Los coronavirus son una familia de virus que existen desde hace muchos años. Se les llama así, porque microscópicamente parecen tener una corona que los rodea. Como todo virus tiende a mutar, es decir, cambia, por lo que una enfermedad que era de animales puede pasar a humanos, quizás otra enfermedad pueda ser más cotagiosa o en otro caso sea una versión más grave de la misma enfermedad.

Dentro del grupo de los coronavirus ya hemos tenido ejemplos como el SARS o el MERS, que fueron versiones muy agresivas de enfermedades respiratorias y que provocaron muchos fallecidos.

En el caso específico de esta cepa (COVID19 o nCoV-19) resulta una mutación que lo hace tremendamente contagioso, se puede contagiar por contacto físico, por aire y superficies contaminadas, y con la desventaja adicional de que una vez infectada la persona, no presenta síntomas hasta 3 días después, facilitando un número mayor de contagios. 

Afortunadamente en esta mutación demostró tener una letalidad muy baja, dicho de otro modo, del total de pacientes infectados solo 10% presentan una versión grave de la enfermedad y 2% pueden fallecer, típicamente los pacientes más debilitados previo a la infección, como son pacientes mayores, personas desnutrdas, asmáticos o con enfermedades previas.

Otro dato relevante relacionado a las epidemias por este tipo de virus es que van perdiendo fuerza a lo largo del tiempo. A pesar de que el COVID19 se inicia oficialmente el 31 de diciembre de 2019, en épocas de frío en el hemisferio norte, dos meses despues su tasa de contagio va disminuyendo consistentemente, y se espera que al ir aumentando la temperatura se reduzcan los casos que se presentan.

Si el virus sigue el patrón de otros virus esperaremos que se vuelva una enfermedad endémica (que va a presentar casos cada temporada de fríos) y jamás vuelva a presentar una infectividad semejante a la actual, como ocurrió con el AH1N1 de 2009.

Sin embargo, esto es una buena lección para que todos cobremos conciencia de la importancia de la vigilancia epidemiológica, repasar los protocolos de cuidados, y sobre todo, lo que siempre va a funcionar ante cualquier enfermedad contagiosa, lavarse las manos frecuéntemente, que es más útil que cualquier cubrebocas. Acostumbrémonos a lavarnos las manos aun estando en casa, es lo mejor que podemos hacer para la prevención.

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Dr. Alberto Vidal
Médico cirujano UNAM-CU
Especialista en Acupuntura Humana IPN-ENMH    
Ozonoterapeuta
5534171364 – Pachuca, Hidalgo

 

ACLARACIÓN
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.

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