En días pasados, leía una nota en la que contaban la historia de un joven barcelonés que había sido víctima de un ataque homofóbico en las calles de Barcelona, en el video lo acompañaba su novia para dar fe de lo que narraba.

 Sí, es un hombre heterosexual que sufrió un ataque homofóbico, sin ser homosexual, el asunto es que los agresores pensaron que lo era por su aspecto. Al parecer Eu-como se identifico el chico-no cumplía con los estándares de masculinidad que dos hombres y una mujer homófoba consideran necesarios en un hombre. No describo la vestimenta que portaba Eu, porque sería dar razones para justificar el ataque. Pues bien pudo haber ido con una falda o usando tacones y no por ello debió ser atacado.

Un vecino cercano al lugar del ataque llamó a las autoridades porque había visto que la calle empezaba a tener sangre. Penélope Guerrero, novia de Eu fue quien subió el video en el que denuncian el acto de homofobia, ella relata que se atemorizó al ver a su novio lleno de sangre. También comentaron que mientras Eu era golpeado, le decían “por maricón”, lo cual deja por sentado que fue un ataque por homófoba, como los que sufren a diario cientos de personas.

El caso de Eu llamó la atención por tratarse de un hombre heterosexual, que vivió en carne propia el ser juzgado y atacado por su apariencia y por diversificar su estilo de vestir. Ambos, tanto Penélope y Eu hicieron un llamado a la comunidad LGBT+ para denunciar este tipo de actos, dejando claro que nadie debe ser vulnerado. Por lo que es importante recordar que ni la vestimenta, ni la forma de expresión, ni ningún motivo es justificante de atacar a otro individuo. Debemos vivir con libertad y sin temor no cumplir estándares. 

ACLARACIÓN
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.

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