Estamos iniciando un nuevo año, pero también una nueva década. Estamos dejando atrás 10 años de grandes cambios que hoy día podemos reconocer y sorprendernos de lo mucho que ha cambiado la sociedad en dos lustros.
La década de los nuevos 10″s fue revolucionaria, libertaria y transformadora. El paradigma de la sexualidad volvió a cambiar y los temas referentes a la diversidad sexual se empezaron a hablar con mayor frecuencia, algo que a principio de la década aún tenía matices negativos y burlescos o que estigmatizaban.
En la década pasada, la palabra orgullo empezó a sonar con mayor fuerza, las calles se empezaron a llenar de colores de poco en poco cada mes de junio y la cultura LGBT+ fue dejando de ser ajena para muchas personas. Fue en 2010 que el ícono musical Ricky Martin salió del closet, a tres días de haber iniciado el 2020 un acto que visibilizó, dio ayuda, ánimo y confianza a quienes vivían ocultos por miedo a la ignorancia (homofobia) de quienes no respetan las diferencias de otros.
Afortunadamente, el panorama fue cambiando con el pasar de estos últimos años. Tras esa confesión tan íntima, fueron más los personajes públicos que se atrevieron a no usar el closet como una opción para mantener viva su carrera artística. Ahora tenemos cantantes como Joy (Jessi&Joy), Sam Smith, Keny García o Mauricio Martínez que viven su vida con plenitud, sin ocultar nada, ni a nadie.
En el calendario, junio se ha convertido en el mes del Orgullo LGBT+, por lo que es común ver campañas publicitarias enfocadas al tema de la diversidad sexual, en el 2010 eso todavía era impensable. La celebración del orgullo se resumía a una marcha decorosa en la CDMX, con cantantes de poca exposición, carros alegóricos pintorescos pero poco producidos, ahora durante todo el mes de junio se viven marchas en diferentes estados del país, eventos culturales, campañas en las que participan cantantes y famosos de diferentes envergaduras expresando apoyo y solidaridad a la comunidad LGBT+.
En 2010 los personajes homosexuales no existían en las ficciones y mucho menos en los medios de comunicación. Y sorprendentemente en el cierre de la década la televisión mexicana vivió dos fenómenos que visibilizaron este tema: los Aristemos y las Juliantinas, historias que penetraron a los hogares mexicanos y tuvieron como protagónicos a parejas de homosexuales y lesbianas, nadie esperaba eso en 2009.
En el internet nacieron nuevos comunicadores llamados influencers como Pepe y Teo quienes con su canal de YouTube hablaron por primera vez sobre sexualidad enfocada a personas homosexuales, después de ellos siguieron mujeres lesbianas que visibilizaron su orientación, personas transexuales que documentaron su transición. Además del auge de nuevos contenidos tanto en la televisión como en internet que mostraron el talento que tienen las personas homosexuales como el caso de Queer Eye, RuPaul Drag Race y La Más Draga.
La década pasada inició con la confesión de un cantante y terminó con decenas de personajes tanto nuevos como ya conocidos que empezaron a dar muestra que la orientación sexual no debe ser una razón para no vivir en plenitud, ni que la expresión de género debe ser una razón para discriminar. ¿Qué deberíamos esperar para esta nueva década? Esperemos que dejen de haber jóvenes desterrados de sus hogares, muertes por homofobia, discriminación laboral por orientación o identidad de género. Que el 2020 y los años venideros el respeto sea base en los valores de todas las personas.
