El día de navidad es una de las fechas más especiales para los niños, principalmente por los regalos que llegan a recibir, sin embargo a veces no es tan especial para todos, en particular para aquellas niñas y niños que tienen gustos diferentes a los esperados por sus papás. No siempre las niñas van a querer muñecas y carritos los niños, habrá algunos que querrán lo contrario o ambos y lo único complicado en ello debería ser evitar que sean encontrados los obsequios antes de tiempo.

Hasta hace un par de años, se ha compartido la idea de no clasificar en femenino y masculino los juguetes de los niños, no limitarlos ni mucho menos fomentar discriminación hacia el infante que gusta de divertirse con un juguete que socialmente es para su género contrario. El argumento ronda en que el dividir los juguetes entre niños y niñas, fomenta la diferencia de géneros que en la vida adulta se convierte en desigualdad y discriminación pues desde pequeños las personas aprenden que hay tareas que sólo debe cumplir el hombre o la mujer.

Los estantes de juguetes “para niñas” casi siempre están repletas de muñecas o figuras femeninas inspiradas en películas de princesas, así como bebés que incluso hacen del baño, ni hablar de los juguetes relacionados a labores domesticas. En cambio en la sección “para niños” no sólo hay muñecos masculinos y musculosos de acción, sino también juegos relacionados a prácticas científicas o de deportes como patinetas, bicicletas, patines, así como juguetes inspirados en trabajos como la construcción, pero nada relacionado a la paternidad.

Cuando las personas crecen y hablan sobre los regalos que pidieron y nunca recibieron, casi siembre hablan de objetos que les fueron negados por no ser considerados para su género, por ejemplo, hay hombres que dicen haber querido el “microhornito”, y el su lugar recibieron regaños que los hicieron sentir vergüenza. O niñas que habían pedido un juego de química o incluso algo tan simple como un trompo y su interés fue ignorado y silenciado con una muñeca porque eso era más femenino y acorde a una “princesa”.

Posiblemente el pequeño horno pudo haber encaminado a ese niño a la vocación de la gastronomía y evitar ser ese adulto que admite la frustración de no haber tenido el regalo soñado. O quizá la mujer que hoy se dedica a la ciencia, le habría sido más entretenido jugar cuando niña a ser lo que sería en un futuro sin la necesidad de jugar con cosas que no le significaban interés.

Ese tipo de experiencias son provocadas por la homofobia que sienten los padres o los adultos encargados de algún menor que creen que podrían “confundir” a sus niños con juguetes distintos a su género, pues las personas adultas son quienes dan esas etiquetas a los juguetes, los niños juegan con su imaginación, no con su género. Un juguete no define la orientación sexual que tendrá un niño con el paso de los años, ni mucho menos el evitar que juegue con alguno en específico hará que esta sea diferente. En pocas palabras, el niño o la niña que es homosexual lo será jugando con carritos, con muñecas, a las luchas o a la casita. Así como el niño o niña que es heterosexual lo va a ser sin importar los juguetes con los que interactué. Si cuando a un niño le regalan una arma de “juguete” no piensan que les están fomentando violencia o que de grande será un delincuente, ¿por qué piensan que al regalarle a una niña el tractor que pidió, le fomentarían que fuera lesbiana en el futuro?

La vida es más complicada conforme las personas avanzan en edad, por ello permitamos que los niños jueguen felices, sin prejuicios y sin discriminación, pues tendrán el resto de su vida para lidiar con la opinión (muchas veces malintencionada) ignorante de otras personas. En esta navidad regálales felicidad a tus hijos respetando sus deseos, y no limitándolos con tus prejuicios.

FELIZ NAVIDAD a quienes leen ¡QUÉ SABE NADIE! y en general a los lectores de AM HIDALGO, les deseo que pasen un momento especial con toda su familia.

Si quien me lee es la oveja que deja brillantina a su paso en la cena familiar: no tengas miedo de ser y de existir, amate y vive con orgullo estas fiestas por todo lo que eres.

Si quien me lee tiene o sospecha que hay una oveja arcoíris en su familia: ama y respeta a tu familiar, la ignorancia no debe causar distancia entre ustedes, sobre todo en días como estos.

Celebremos con unión y amor estas fechas tan especiales, sobre todo si conmemoramos la llegada de alguien que predicó amor sin discriminación.

CON CARIÑO.

RODRIGO ESTRADA

ACLARACIÓN
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.

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