¿Participarías en una celebración en la que matan a un ser vivo, lo exhiben en una tienda para que lo compres y lo lleves a tu casa y lo pongas de adorno en el cuarto principal para festejar, a lado de tu familia, el amor, la paz y la unidad?
Esa celebración de la que hablo se llama NAVIDAD, paradójicamente, gira en torno al nacimiento de un ser llamado Jesús. Irónicamente, inicia con la tala de millones de árboles en el mundo (disfrazada como algo sustentable).
La realidad es que se está matando a un ser esencial para preservar el equilibrio de este planeta. Tal como la muerte que le dieron, a través de la crucifixión, a ese ser a quien, posteriormente utilizaron como su principal estandarte mercadológico de la religión cristiana.
¿QUÉ REPRESENTAN LOS ÁRBOLES PARA ESTE PLANETA?
Antes de continuar, quiero resaltar el papel vital que representan en este Planeta Tierra. Desde la gestación de Gaia, la RAZA ÁRBOL ha ayudado a anclar y mantener la energía cósmica, proveniente de los soles circundantes de la galaxia, para nutrir el Sol intraterreno que hay.
Sí, lo leíste bien, hay un SOL en el interior del planeta, una gran biblioteca cósmica que representa un trigger (desencadenador) de consciencia para otros sistemas solares. En resumen: los árboles son TOROIDES que hacen que la energía fluya de arriba hacia abajo y viceversa.
Esto lo hacen a través de sus ramas que son “RAÍCES EXTERNAS” con las que captan la energía solar que confluye por su cuerpo o tronco para que así, a través de sus RAICES INTERNAS, anclen en la tierra esa vibración. Cada vez que voy al bosque percibo estos procesos; particularmente, los pinos son grandes maestros.
También, ayudan a filtrar las partículas contaminantes del aire, absorber olores y gases nocivos como óxidos de nitrógeno, amoníaco, dióxido de azufre y ozono. Entonces, ¿por qué acabar con su existencia?
¿QUIÉNES ESTAN DETRÁS DE ESTA PRÁCTICA?
Cortar un árbol para utilizarlo como adorno, es el sello característico de unas razas extraterrestres o involutivas de apariencia reptilóide, enquistados en la humanidad y sus procesos. Son los creadores este y otros rituales, así como las religiones, sistemas políticos, gubernamentales, económicos, educativo, alimenticio, farmacéutico, etcétera.
Estas entidades se alimentan de la energía densa que emanamos los humanos y que se produce al bajar el nivel vibratorio del planeta y, en consecuencia, la de nuestros propios cuerpos. Los árboles y demás plantas no son de su agrado, por ello, promueven la deforestación y devastación de los ecosistemas.
La forma de burlase de ellos en el ritual de la Navidad es exhibirlos como trofeo, tal como lo ha venido haciendo una de las 13 familias de apariencia reptil conocida como Rockefeller.
Año con año, mandan a cortar un árbol de entre 80 y 100 años de edad (en ellos hay mucha sabiduría), para ponerlo en el Centro de Nueva York. Su mensaje es: “nosotros somos superiores ante cualquier raza”.
Estas razas involutivas están incrustadas en las cúpulas empresariales, políticas, gubernamentales y a través de logias: cthulhu, anunnakis, liranos, arios, reptileanos, chitauris, luciferinos y grises. Hoy están desesperados y dando sus últimos coletazos.
AVISO: Mi intención no es transgredir las festividades decembrinas ni los arraigos culturales y religiosos. Si ya no te resuenan, pues cámbialos o transformarlos. Como lo digo siempre: NO ME CREAS, solo cuestiónalo todo, eso hacen los seres libres y mi intención con expresar estas ideas es precisamente reflexionar y compartir vivencias.
GRACIAS.
