Rica en tradiciones, durante años la Huasteca ha padecido altos niveles de pobreza debido a que el desarrollo en forma de carreteras, luz eléctrica y agua potable difícilmente llega a las comunidades perdidas entre el olvido y sus montes siempre verdes.

Por eso causa hasta escalofrío las recientes observaciones de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) sobre la ampliación a cuatro carriles de la carretera Huejutla-Pachuca, tramo Tehuetlán, que en 2018 costó 178 millones de pesos.

Promesa de campaña del anterior gobierno federal y retomada por el actual, la ampliación de la vía ahora enfrenta irregularidades en su construcción derivado del trabajo de las empresas que obtuvieron la licitación de esta obra.

La ASF determinó que falta por aclarar a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) 73 millones de pesos en irregularidades.

Por ejemplo, al revisar esta obra, la auditoría observó el contrato que obtuvo la Inmobiliaria Londer por incurrir en diferencias de volumen entre lo pagado y lo realmente ejecutado por un monto de 6 millones de pesos.

También detalló que en el convenio de participación conjunta entre Maquinaria Noriega y Proyectos Integrales de Michoacán, incurrió en irregularidades por 14 millones de pesos por considerar distancias de acarreos mayores al contrato.

La Cima Terraceros tuvo observaciones por 23 millones de pesos por diferencias de volúmenes entre lo pagado y lo realmente ejecutado, según el expediente de 43 fojas.

Mientras que el contrato de la Operadora Mersi presenta observaciones por diferencias entre lo pagado y lo realmente ejecutado en el orden de 1 millón de pesos, otra por 4 millones 745 mil 836 pesos y una más por 4 millones 168 mil pesos.

En tanto, por no cumplir con las especificaciones particulares y los alcances contractuales, tienen señalamientos los contratos de Grupo Integral de Servicios de Ingeniería por 314 mil pesos.

De acuerdo a la ASF, la ampliación de la carretera hará más eficientes los servicios de transporte, ahorrará tiempos de traslado, fomentará mayor intercambio con el resto de la entidad y más utilidades en la venta de productos.

El horizonte de evaluación del proyecto es por un periodo de 31 años, de los cuales los primeros dos son para su construcción, en tanto que los siguientes 29 están considerados como vida útil.

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