Vaya revuelo el que causó el histórico director Martin Scorsese, cuando hace poco manifestó su opinión respecto a las películas de superhéroes. “&No es el cine de seres humanos tratando de transmitir experiencias emocionales y psicológicas a otro ser humano.” Además de afirmar que ese tipo de películas no es cine.

Pero el caso de Scorsese, estupendo director de cine, quizá uno de los más grandes de la era contemporánea, no es el único respecto a pronunciarse en contra de esta clase de películas. Trátese de Marvel o el universo DC o cualquier expresión cinematográfica con superhéroes, acción y efectos especiales.

Alejandro G. Iñarritu, hace algunos años afirmó sobre este tema: “A veces me divierten porque son básicas y simples y van bien con las palomitas.” Iñarritu fue más allá, aseverando que estas películas son un genocidio cultural. Esto último es muy fuerte y sería objeto de un tema ampliamente debatible.

Scorsese también comparó a estas obras cinematográficas con parques temáticos. Desde luego que lo hizo en un sentido peyorativo. Sus declaraciones han tenido el soporte de otro gran maestro del cine, Francis Ford Coppola, quien de manera tajante expresó que las películas de superhéroes son despreciables.

Esto ha desatado todo tipo de opiniones a favor y en contra de las afirmaciones de Scorsese y Coppola, ya un número considerable de cineastas mundialmente reconocidos han discutido públicamente este asunto. Tal es el caso del histórico director mexicano Arturo Ripstein, quien, según publicó el diario Reforma, ha dicho: “El cine que nada más es pura emoción inocua es como subirse al ratón loco: sabes que te va a marear un poco y va a ser emocionante, pero no va a tener ninguna consecuencia. El cine de Marvel es así”. 

Buscando opiniones sobre los dichos de estos Scorsese y Coppola, me encontré con una muy amigable respuesta del carismático actor y muy efectivo director, Jon Favreau, quien no solo ha actuado en películas como Iron Man o Spider Man, él dirigió las primeras dos partes de la saga Iron Man. “Estos dos hombres son mis héroes y se han ganado el derecho de expresar sus opiniones”, estupenda réplica de Favreau. 

Pero por más derecho que tengan los grandes maestros del cine a denostar otro género, el espectacular lleno de ruido y fantasías visuales, de planos que van uno detrás de otro sin parar, no es para nada despreciable y sí, es cine el de los superhéroes. Nos guste o no, la cinematografía evoluciona, se diversifica, pero no sacrifica valores atendidos por estos grandes e iluminados nombres del séptimo arte.

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