Hace unos meses, un gato fue abandonado cerca de la Orden de Abogados de Brasil (OAB) y comenzó a merodear el lugar en busca de refugio, varias personas se quejaron de su presencia debido al olor de sus orines; sin embargo, los directivos, lejos de ahuyentar al animal, lo “contrataron” y le dieron un hogar.
Fue recepcionista en primera instancia y era encargado de recibir a los visitantes, le dieron un gafete de empleado, uniforme, así como moños y corbatines para mejorar su presencia. Su popularidad y simpatía fueron tales, que pronto lo ascendieron de cargo a “abogato”.
Desde entonces, el gato se ha convertido en toda una figura; incluso, quienes lo rechazaban, han terminado por sonreír ante las tiernas ocurrencias de León, como decidieron nombrarlo.
La Orden de Abogados del Brasil es la entidad máxima de representación de los abogados en aquel país. Sólo la OAB puede autorizar el ejercicio de esa profesión.
León, el “abogato”, ha comenzado a ganar fama internacional y tiene miles de seguidores en su cuenta de Instagram.