Es un término que escuchamos continuamente y en general tenemos la idea que se trata de un problema del estado de ánimo. Frecuéntemente asociamos el término de “Depresión” como equivalente de tristeza. Esto es falso.
La depresión es un trastorno del estado de ánimo. El nombre en psiquiatría es Episodio depresivo mayor, caracterizado por un ánimo abatido la mayor parte del tiempo, falta de goce por actividades que antes se disfrutaban (anhedionia), alteraciones del apetito y alteraciones del sueño, fatiga, agitación o enlentecimiento psicomotor, sentimientos de devaluación o culpa inapropiados, dificultad o incapacidad para concentrarse, indecisión y hasta pensamientos de muerte, ideación o intentos suicidas.
La OMS estima que existen al menos 350 millones de personas que la padecen y es más frecuente entre los 18 y 29 años de edad, y más frecuente entre mujeres. Es la segunda causa de ausentismo laboral.
Su orígen no es del todo claro, pero existen factores que contribuyen como la falta de ejercicio, la obesidad, uso de tabaco, pacientes con alergias y enfermedades autoinmuines, enfermedades periodontales hasta deficiencias de vitaminas como la Vitamina D. También se han econtrado genes que sin ser determinantes están fuertemente relacionados al funcionamiento del cerebro y a la depresión.
Hay 3 estados de gravedad: Leve, moderada y severa
Para el diagnóstico existen múltiples herramientas, la mayoría en modo de cuestionarios que nos pueden dar mucha información. Sin embargo, debemos ser cuidadosos tanto para la forma de realizar las preguntas, como para hacer el diagnóstico diferencial con otros trastornos como el duelo y poder diferenciar de otras causas que pueden provocar sínotmas similares, como el consumo de ciertos medicamentos o drogas.
Aunque el diagnóstico puede ser sospechado por cualquier persona, empezando por los familiares y amigos del paciente, debe ser un profesional de la salud quien haga las pruebas y ante un resultado sospechoso deberá canalizarse al paciente a un médico entrenado en psiquiatría. Si el paciente tiene riesgo suicida deberá canalizarse a un servicio de urgencias donde se podría considerar su internamiento.
Dentro de los tratamientos existen diversas opciones, al tener diferentes estados de gravedad por lo que realizaremos una estrategia completa de atención. Consideremos que hay una etapa de crisis, una etapa de recuperación y una etapa de sieguimiento. Dentro de la estrategia los medicamentos son una gran herramienta, involucrar a la familia capacitándolos, la actividad social es de mucha utilidad, también hay ciertas moléculas biológicas que pueden ayudar mucho al paciente a manejar la crisis y existen hierbas con efectos probados que pueden contribuir.
Queda claro que la Depresión es una enfermedad mucho más compleja que la tristeza y no debe ser subestimada. Debe ser diagnosticada y tratada por un profesional de la salud competente.
Infórmate, consúltanos Vive tranquilo, Vive sin dolor.
- Dr. Alberto Vidal
- Médico Cirujano – UNAM-CU
- Especialista en Acupuntura Humana IPN-ENMH
- 5534171363 Pachuca, Hidalgo
