Como alumna universitaria entre una vida de sopa maruchan y cigarro, conocí a personas maravillosas, entre esas personas una de las mejores maestras que he tenido en mi formación académica, comprometida y con gran gusto por su profesión, un día afortunado escuche de ella, uno de los conceptos más interesantes que he conocido , un concepto que me explica la actitud de las masas , la falta de acción y la importancia que damos a las cosas irrelevantes.
Y es que confieso que al igual que muchos soy fan de los memes, me divierten, le dedico un tiempo de mi vida a las redes sociales, se han convertido en mi medio de información, pero entre diversión y risa, siempre al final pienso, ¡Que mal estamos!, sí, lo digo por la importancia que le damos a cosas estúpidas, por darle minutos de fama a quienes no representan nada en nuestra vida, no lo niego yo misma utilizo frases en mi día a día como , estúpido mi pelo idiota, o, no ahora, el típico, como cuando & etcétera, incluso en algunas ocasiones he creado memes, o videos por diversión, estoy rodeada de personas que conocen perfectamente las últimas noticias de personajes y #ladies, si pienso que estamos mal no es por pasar un momento agradable, sino porque invertimos nuestro tiempo y energía en ello, pero no se ve reacción ante cosas importantes, como el gobierno, la economía, la cultura, vivimos en un país donde no reaccionamos, permitimos que todo pase, y nos distraemos con cualquier cosa.
La gente que navega en internet tiende a creer todo lo que en ella ve, noticias falsas, imágenes editadas, la evocación por lo sentimental, la era digital nos ofrece un mundo de posibilidades, una comunicación más efectiva y veloz, el momento de la evolución, y nosotros la estamos utilizando de la manera más patética, demostramos que no hemos evolucionado a la velocidad de la tecnología, no sabemos qué hacer con tanta información, y elegimos la peor para perder nuestro tiempo.
La pregunta es cuánto tiempo más vamos a dedicar a las cosas estúpidas, y seguiremos siendo (si bien nos va) solo espectadores de las situaciones que afectan el mundo que nos rodea, en poco tiempo no podremos seguir echándole la culpa a la televisión y sus pésimos contenidos de nuestra ignorancia, porque hoy tenemos la oportunidad de elegir nuestra propia información que recibimos, y estamos optando por los mismos contenidos, solo cambiando el dispositivo, no me mal entiendan no hablo de no divertirse, como mexicanos tenemos esa gran creatividad hacia la creación de chistes, hablo, de divertirse un momento pero actuar el resto del tiempo.
La disfunción narcotizaste no es otra cosa que la pasividad que causa el exceso de información, entre más seamos testigos, de violencia, de homicidios, de actos graves inhumanos, menos capacidad de reacción y mayor egoísmo, hoy debemos preocuparnos entonces, de lo simples e inmediatos que nos estamos volviendo, de la falta de interés, de la falta de cultura, y del exceso de superficialidad, donde nuestra única realidad es el superabundancia de irrelevancia.
Ahora bien que pasa cuando esa disfunción la llevamos a la vida personal, cuando somos testigos o incluso protagonistas de relaciones caracterizadas por malos tratos, de infidelidades, de violencia, de faltas de respeto y nos acostumbramos tanto que dejamos de reaccionar esperando&. No sé bien que se espera, a que nuestra vida se convierta en una estadística más que en el mejor de los casos solo hable de infelicidad.
Estos son los puntos más notables que puedo mencionar:
1.- Saludos a mi maestra.
2.- Me divierto, pero también me preocupo y me ocupo
3.- El hecho de ver acciones que deterioran la humanidad no implica que este correcto.
4.- Elegir la calidad de información a la que le dedico más tiempo.
5.-Deja de ser disfuncional
