La senadora morenista Jesusa Rodríguez está frente a una cámara de vídeo y al fondo está la Pirámide del Sol, un espacio donde simbólicamente se accedía a los niveles celestes y al inframundo. Ahí, la legisladora decidió mostrar en vídeo sus capacidades físicas y con una GoPro en su espalda, subió: “Voy a intentar subir a la Pirámide del Sol de una sola vez y sin detenerme, a ver si puedo”.

A su alrededor, en el gran complejo arqueológico de Teotihuacán, el más visitado en México, que tuvo en 2018 4 millones de visitantes, no hay nadie, ni un sólo visitante, guía o personal de seguridad a la vista.

Rodríguez da la media vuelta y comienza a caminar hacia la Pirámide, a paso firme y rápido. “México es indestructible, como dijo el poeta Bonifaz Nuño, porque nuestras abuelas y abuelos labraron en piedra los cimientos espirituales”, se le escucha decir a la creadora de más de 300 espectáculos, como Trece señoritas y Coatlicue, donde hace una parodia de los políticos mexicanos.

Los siguientes cinco minutos y 55 segundos cronometrados en pantalla registran su andar sin pausas y su respiración in crescendo hasta llegar a la cima. “Nuestras abuelos y nuestros abuelos nos enseñaron a construir, ellos pensaban las cosas a largo plazo. Nuestro proyecto, a corto plazo, es salvar al mundo. Si pudieron esto, podemos todo, incluso transformar al país. ¡Viva México!

Este vídeo lo publicó en su canal de YouTube con el mensaje: “Subí la Pirámide del Sol en 5:55 minutos. Al llegar casi me muero, no por el esfuerzo; encontré dos botellas, una de agua y otra de refresco. Dos productos para mantener al pueblo enfermo y sometido. Si subes, respeta”.

Rodríguez publicó un vídeo más en Twitter grabado en la zona arqueológica de Cuicuilco, con el comentario “¡Viva la libertad! #AMLOÉxitoPresidencial”, en el que cuestiona la edificación de torres alrededor de la zona y hace un llamado a la ciudadanía para “entrarle al cambio” y a “no tenerle miedo a la libertad”.

De acuerdo con Cottom, el uso de propaganda política, así como la utilización del espacio como campo de entrenamiento físico que realizó la senadora, van en contra del artículo 30 de la Ley General de Bienes Nacionales que a la letra dice: “En la zonas de monumentos arqueológicos, la Secretaría de Cultura, a través del INAH, podrá otorgar permisos o autorizaciones únicamente para la realización de actividades cívicas y culturales, conforme a lo que disponga el reglamento que para tal efecto se expida, siempre y cuando no se afecte la integridad, estructura y dignidad cultural de dichas zonas y monumentos ni se contravenga su uso común”.

Sin solicitud oficial. El Instituto Nacional de Antropología e Historia indicó a EL UNIVERSAL que la senadora no realizó ninguna solicitud para realizar las grabaciones. Sin embargo, el artículo 17, de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos y los artículos 38, 39 y 40 de su Reglamento exigen una serie de trámites para fotografiar, filmar y videograbar, en los últimos dos casos se debe pagar 11 mil 419 pesos por día. Además, se necesita entregar un guión para exponer los detalles para el levantamiento de imagen, y de un escrito dirigido a la Coordinación Nacional de Asuntos Jurídicos con una sinopsis del proyecto a realizar.

El INAH, a través de Comunicación Social, aseguró que la senadora pagó su entrada como cualquier usuario, es decir, en Cuicuilco la entrada es gratuita y el acceso es de 9 a 17 horas y la entrada en Teotihuacán es de 75 pesos y el acceso de 9 a 17 horas. 

Rodríguez, asegura que los vídeos no fueron grabados con equipo profesional y por eso no pidió permiso. También señala que no violó ninguna ley porque “las ciudades de conocimiento” son de todos los mexicanos y “cualquiera puede decir lo que quiera”. Reconoce que el acceso ocurrió a las 7:30 horas, pero asegura que compró su boleto y que estaba en horario regular.

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