Hoy, el cine hecho en Latinoamérica vive su mejor y más brillante momento en toda su historia. No solo por aspectos cuantitativos, es decir, número de producciones, distribuciones internacionales, alto consumo en salas y altas ventas en streaming. El buen momento, se da también por un tema de alta calidad en la hechura del cine de América.

Hace poco más de dos años, emprendí junto a otros entusiastas colegas, la idea de conjuntar en un festival de cine, lo mejor del cine hecho en nuestro continente, sin limitarnos al espectro latino. La idea se concretó en 2017, y nació el Festival Internacional Cine de América, realizado en Pachuca, capital del estado de Hidalgo.

Para la primera edición de este Festival, logramos programar 45 películas de todo el continente americano. Fue fascinante ver títulos de todos los rincones de América. Lo mejor, la alta calidad de cada película. Desde la cinta que abrió, Walking Out (una de  las 20 mejores películas del 2017, según Time Out), presentada personalmente por los directores, Alex y Andrew Smith, hasta la conmovedora película Ayiti Mon Amour, obra de la directora haitiana Guetty Felin, quien también visitó Pachuca para presentar su obra personalmente.

La idea era reunir a gente del medio cinematográfico americano en un mismo sitio, para incentivar el intercambio de ideas, negocios y presentar al público mexicano una alternativa para un festival de cine. Y así fue, guionistas, directores, productores y distribuidores de todo el continente, vieron nacer a este Festival en Pachuca.

Para la segunda edición del mismo, el año pasado, ya no se contó con el apoyo del Gobierno del estado de Hidalgo, que en el 2017, impulsó el surgimiento del Festival. Pero esto no fue obstáculo para poder presentar 40 películas, 27 estrenos en México y 15 estrenos mundiales, dentro de este evento. Aunque en menor cantidad y gracias al esfuerzo de cada uno de ellos, el Festival recibió a gente talentosa del cine americano, como jurados, como participantes y como espectadores.

El Festival está vivo, lanzó su convocatoria en diciembre del año pasado, hasta el momento ha recibido una gran cantidad de películas en su proceso de selección, Argentina, Brasil y Chile, son los países que más producciones envían, pero es muy grato ver excelentes trabajos de países como Paraguay, Venezuela, Bolivia, Perú, República Dominicana. 

Llevar a cabo un evento así, créame es una labor titánica. Es mucho esfuerzo, de pronto es desalentador no contar con el respaldo de instituciones públicas, el apoyo de la iniciativa privada es valioso, pero insuficiente. Quizá el gobierno no se percate de lo valioso que es tener un evento así, promoción turística, derrama económica, formación de nuevo públicos y un sinfín de valores sociales.

Para confirmar el buen momento del cine latinoamericano, echemos un vistazo a los cientos de premios que acumulan las películas del continente en los más importantes festivales del orbe; veamos las cifras que revela el Observatorio Audiovisual Europeo, que revela el aumento de un 50% en la  taquilla para el cine latino en los últimos 10 años, así como las altas cifras que nos muestra el sitio statista.com, en la recaudación en taquillas de países latinoamericanos.

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