La capital del estado, inoperante por el estallido de una huelga, recibirá 65 millones de pesos extraordinarios de parte del Congreso de Hidalgo, mientras que Tlahuelilpan, que necesita apoyo para superar los estragos de la explosión de un ducto de Pemex, solamente obtendrá 28 millones de pesos.

 

Los diputados del Congreso local, en su mayoría de Morena, aplican una doble moral: anuncian todo su respaldo a las víctimas de Tlahuelilpan, pero por otro lado escatiman los recursos para dicho fin.

 

De la bolsa de 750 millones de pesos que redireccionaron los legisladores, a Tlahuelilpan le asignaron presupuesto para la ejecución de tres obras públicas, mientras que la capital del estado tendrá recurso para 13 proyectos.

 

Ricardo Baptista, presidente de la Junta de Gobierno durante este primer año de la Legislatura, podrá argumentar que Tlahuelilpan ocupa el lugar número seis entre los municipios que obtuvieron mayores recursos de esta bolsa cuyos criterios de repartición no fueron aclarados.

 

Pero hay algo que no dice el diputado de Morena y que resaltó el presidente municipal de Tlahuelilpan, Juan Pedro Cruz: esos recursos fueron distribuidos antes de la tragedia del 18 de enero y que a la tarde de ayer ha provocado 135 muertes.

 

Y prueba de que los recursos ya estaban etiquetados previo a la explosión es que fueron publicados en el Periódico Oficial de Hidalgo, a principios de enero.

 

Por ello, Juan Pedro Cruz ha solicitado más presupuesto extraordinario para el desarrollo cultural y económico de Tlahuelilpan con la finalidad de reubicar a más de mil tianguistas del día martes, así como un proyecto ecoturístico.

 

Sin embargo causa extrañeza que Mineral de la Reforma fue el tercer municipio que obtuvo más recursos producto de esta bolsa, luego que la esposa del presidente municipal Raúl Camacho Baños, Areli Maya Monzalvo, votó a favor el presupuesto que repartió Morena.

 

Ricardo Baptista llegó a la presidencia del Congreso de Hidalgo prácticamente de rebote, toda vez que las autoridades estatales descartaron que ocupara dicha posición el exrector Augusto Veras Godoy, por su cercanía con Gerardo Sosa, situación que también invalida al exalcalde de Tula.

 

Hasta el momento Ricardo Baptista ha destacado tristemente por la hilaridad de sus declaraciones, tales como que no tendrían presupuesto para aguinaldo, pero que a final del año cobraron la parte proporcional de cuatro meses de trabajo.

 

Un verdadero presidente de la Junta de Gobierno que se tilde de oposición, habría cabildeado con las demás fuerzas políticas, habría quitado presupuesto a Pachuca que ahorita no lo puede ejercer, y lo hubiera mandado a Tlahuelilpan, donde el alcalde se siente como “gritando en el desierto”.

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