Para entender la caravana de migrantes hondureños, que desde hace unas semanas salieron de su país de origen movilizándose por México en dirección a Estados Unidos, es necesario recordar el plan planetario que se ha gestado.
Tal como lo he comentado en pasadas columnas, el planeta (Gaia) en el que cohabitamos es un ser vivo. En sus inicios, hace millones de años, este cuerpo celeste era una especie de roca que carecía de la suficiente energía planetaria y estelar. Para darle vida y conciencia se necesitaba CATALIZAR, CANALIZAR y MOVILIZAR la energía cósmica en el cuerpo planetario.
Para realizar el trabajo, desde el centro del Sol llegaron las primeras almas como minerales (primer reino) a catalizar la energía universal; estos seres ayudaron a crear los sistemas gaseosos.
Sin embargo, el sistema planetario demandó más energía; fue entonces que encarnaron los primeros seres para canalizar la energía circundante del cosmos: me refiero al segundo reino, el vegetal, en específico los árboles, quienes comenzaron a canalizar la energía y absorber la luz de los minerales.
Para continuar con la evolución del planeta, y una vez anclada en el planeta la energía, se necesitó movilizarla; aquí llegaron los herbívoros (reino animal) quienes comenzaron a absorber, a través de la alimentación, la luz o energía del segundo reino.
No obstante, para acelerar el proceso planetario llegaron los primeros carnívoros (dinosaurios) que se comían la luz de los demás seres para movilizar de otra forma. Sin embargo, las redes del planeta demandaron consciencia estelar.
La única forma de canalizarla, es con plena conciencia del ser, aquí se crearon los primeros seres humanos, los cuales llegaron a comerse la luz de todos los reinos. Fueron millones de años en hacer esta evolución planetaria.
LA TIERRA ES UN SER VIVO QUE NECESITA QUE SE MUEVA LA ENERGÍA EN SU SUPERFICIE
A principios de 2017 tuve la oportunidad de entrevistar en Pachuca a Antonio Velasco Piña, un verdadero guerrero, historiador y escritor mexicano que ha centrado su obra en el rescate de acontecimientos históricos en Méxhico, vistos desde las tradiciones sagradas y prehispánicas.
Entre sus obras destacan: “Regina, 2 de octubre no se olvida”; “El Retorno de las Águilas y los Jaguares”; “Tlacaélel, el azteca entre los aztecas”; “Los Ángeles Guerreros”, entre otros.
Dicha entrevista se centró en el muro que quiere construir Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, en la frontera norte de México. A continuación les dejo las respuestas que me compartió con respecto a la migración:
UN MURO PARA DETENER LA MIGRACIÓN… ¿QUÉ OPINA DE ESA ACCIÓN QUE EMPRENDE EL PRESIDENTE DE ESTADOS UNIDOS?
Las migraciones no se pueden detener. Nunca han funcionado los muros. No sé qué tan consciente esté (Trump) o si los que están detrás de él lo sean; pero, lo que buscan es detener la circulación de una arteria importante del continente americano.
Hay que entender que esa migración, vista desde un plano espiritual, es benéfica para el planeta. No es la primera vez que se busca detener la circulación energética: pandillas y la delincuencia organizada han intentado frenar este flujo.
¿POR QUÉ?
La tierra es un ser vivo. Necesita que se mueva la energía en ella (superficie). Lo hace a través de los movimientos telúricos, las corrientes marítimas, el aire, la migración de aves, mariposas y de los seres humanos.
Cuando esa movilidad se hace sobre una ruta y con un propósito espiritual, a través de una peregrinación, se eleva más la consciencia de la tierra. Es como la respiración: si se respiras de forma normal se beneficia el organismo, pero, si se hace de forma consiente beneficia la parte espiritual del ser.
Ellos no quieren que se eleve esa consciencia planetaria porque si se hace, los seres humanos retomarán su libertad, pues este peregrinaje que se está haciendo desde Centroamérica hasta América del Norte puede terminar en el renacimiento de Aztlán.
¿QUÉ ES EL RESURGIMIENTO DEL AZTLÁN?
Aztlán es la tierra de la blancura y la aurora. La blancura es la síntesis de todos los colores y la trascendencia de la separación. La humanidad inició una mutación de su consciencia que consiste en trascender todo aquello que nos separa (razas, religiones, nacionalidades, político, sectarismo).
La humanidad necesita romper esto para entender que somos un solo ser. Empezamos a darnos cuenta que los problemas que tenemos no son locales, sino planetarios. Una epidemia nos afecta; las crisis económicas y políticas ya nos afectan.
¿QUÉ HACER SI SE CONSTRUYE EL MURO?
Tenemos que oponernos a que se haga ese muro. Pero si este se edifica, hay que invitar a todos los artistas del mundo a que pinten un gran mural en el muro, del lado del territorio mexicano, en el que se plasme todo aquello que tiende a lograr la unidad de la especie humana.
Desde la imagen de Jesús, Buda, Quetzalcoatl u obras artísticas que se han hecho y que fomenten el amor divino, para que vean que somos conscientes del esfuerzo que ha hecho la humanidad para desarrollar el amor.
