De los 4 millones 497 mil 380 pesos que se asignó de presupuesto en 2017 al Consejo Hidalguense del Café, órgano autónomo encargado de apoyar a los productores locales, 92.7 por ciento fueron gastados en servicios personales.
Es decir que, del monto asignado a dicho ente, 4 millones 173 mil 568.644 pesos fueron destinados a gastos personales; mientras que 7.3 por ciento (323 mil 811.36 pesos) fueron utilizados para la gestión de proyectos productivos.
Así lo denunció José Luis Muñoz Soto, diputado local del distrito de Metepec, al tiempo de llamar a las instancias gubernamentales para rescatar y apoyar el sector cafetalero, ya que este podría contribuir a disminuir la pobreza de miles de familias en la región Otomí-Tepehua.
El Legislador de Morena, consideró que se debe de actualizar el padrón estatal de cafetaleros “a fin de canalizar los incentivos económicos de manera adecuada y, además, crear un fondo de garantía para capitalizar económicamente al sector a través de créditos”.
De acuerdo con datos del propio Consejo Hidalguense del Café, en el estado hay una superficie de 42 mil hectáreas, en las que alrededor de 24 mil familias se dedican a esta actividad, en su mayoría, están asentadas en zonas indígenas con alta marginación y pobreza extrema.
Hidalgo cuenta con cuatro zonas productoras de café: Sierra Gorda, integrada por los municipios de Chapulhuacán, Pisaflores, La Misión y Tlahuiltepa; Sierra Alta, conformada por Tlanchinol, Calnali, Lolotla, Molango, Tepehuacán de Guerrero, Xochicoatlán, Tianguistengo y Molango.
De igual forma, la zona cafetalera de la Huasteca, comprendida por los municipios Huejutla, Atlapexco, Huazalingo, Jaltocán, Huautla, Yahualica, Xochiatipan y San Felipe Orizatlán; finalmente, la Otomí-Tepehua, integrada por Tenango de Doria, San Bartolo Tutotepec y Huehuetla.
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