Antes de empezar con el tema quiero decirte que Gaia, el hermoso planeta en el que cohabitamos, es un ser vivo joven en proceso de evolución. Así como nosotros tenemos puntos energéticos en el cuerpo, el planeta tiene zonas geográficas receptoras y emisoras de energía electromagnética o de amor.
Estos puntos terrestres envuelven, con energía cristica o femenina, el cuerpo celeste y, en consecuencia, a todo lo que habita en él a través de un toroide electromagnético, conocido como “La Kundalini” y que es similar a lo que se produce en nuestro corazón físico: “La Llama Tripartita”.
Esta energía comenzó a anclarse al planeta hace millones de años a través de la Raza Árbol, quienes reciben la energía de soles circundantes de la galaxia para introducirla al planeta, creando así lo que se conoce como oro (energía solar), elemento preciado y codiciado en la historia de la humanidad que es el mejor conductor energético.
Toda esa energía nutrió al sol intraterreno… sí, hay un Sol en el interior del planeta que es una gran biblioteca cósmica. Para que estos toroides fluyan en Gaia, y como parte de su biblioteca cósmica, en estas zonas geográficas hay DISCO SOLARES o REJILLAS PLANETARIAS.
REPTILIANOS: LAS RAZAS INVOLUTIVAS
Estas bibliotecas cósmicas son codiciadas por diversas razas involutivas que, al no lograr su propósito de extraerlas (por ello se ha dado tanta extracción o saqueo de minerales como el oro), pues están fuertemente resguardadas por razas de amor, buscan colapsarlas.
De manera particular, al observar el potencial de Gaia, estas razas involutivas se enquistaron para romper el libre albedrio, sometiendo y manipulando (a través de diversos sistemas) a la humanidad y sobajando a otras. La más conocida es la Raza Reptil.
Estas entidades extraterrestres están diseminadas “en el mundo moderno”: en gobiernos, religiones, empresas, logias y comunidades, creando diversos sistemas para romper la energía cristica del planeta.
Si, esto suena a película de ciencia ficción. Siempre que hablo de estos temas suelo escuchar el “no mames, Toño, de cuál fumaste”, pero, como lo comenté en este mismo espacio: Abre tu mente y lee como si fueras un principiante, haciendo a un lado lo que sabes, o lo que crees saber, para tomar en cuenta otro punto de vista.
Esto no es dogmático y si las ideas, temas y reflexiones te resuenan, tómalas. Si no, deséchalas, no pasa nada. La brújula es tu corazón y si hay algo que te suena, pues, deja que te guíe. Estoy seguro que te abonará a tu evolución, como lo ha hecho conmigo.
LA CONSTRUCCIÓN DEL NAICM
Y a todo esto, ¿qué tiene que ver la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) sobre el Lago de Texcoco?, bueno, estos seres involutivos que operan a la sombra han intentado, en muchas ocasiones, taponear o colapsar las zonas energéticas que tiene Gaia. Otro ejemplo es la zona de Tula de Allende, en Hidalgo, excesivamente colapsada con la contaminación… pero ese será otro tema.
No quieren que los seres humanos tengamos contacto con las zonas naturales; por ello, en reiteradas ocasiones propician la destrucción de ecosistemas, edificando centros arqueológicos, iglesias, ciudades o siendo indiferentes y propiciando la contaminación y devastación ambiental bajo el amparo del “progreso y modernidad”… eso es mentira.
La zona en la que buscan construir este aeropuerto ha sido devastada, desde la llegada de los españoles al truncar la dinámica hidráulica, pues en ella confluían cinco cuerpos de agua importantes e históricos, no solo de México sino de América Latina, estos son: Xaltocan, Texcoco, Xochimilco, Zumpango y Chalco.
Por ello, esta edificación, amparada bajo necesidades aéreas, progreso y creación de empleos, busca taponear esta zona energética del planeta, incrustando un diseño o sello, en forma de cromosoma que representa la manipulación genética que hicieron a la humanidad hace miles de años (Adán y Eva).
Digamos NO a esta edificación ni la destrucción de ecosistemas. ¿Te has dado cuenta que en las ciudades y zonas urbanas, donde se han suprimido la vegetación (arboles), las personas viven más estresadas?
RECUERDA: La mejor herencia que podemos dejar a nuestros hijos es amor, conocimiento y un planeta en el que puedan vivir.
Gracias.
