Al difundir los documentos del nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, el próximo gobierno federal tocó una herida que muchos hidalguenses daban por cicatrizada hace ya varios años, luego que la base aérea no aterrizó en Tizayuca.
Porque esos estudios muestran los pros y contras de construir el aeropuerto en el estado, impulsado desde la administración estatal de Jesús Murillo Karam, así como las gestiones de sus dos antecesores.
En medio del reciente debate nacional, hasta el momento no destaca el municipio hidalguense entre los planes del gobierno electo, aunque Andrés Manuel López Obrador propuso Tizayuca para el nuevo aeropuerto durante 2014.
PROS DE TIZAYUCA
El análisis llamado Política, negocios y poder, elaborado por Alejandro Encinas Rodríguez, el cual forma parte de los archivos que el equipo de López Obrador difundió a través del sitio https://lopezobrador.org.mx/, confronta Tizayuca contra Texcoco.
Dicho documento apunta que la opción de construir un aeropuerto complementario en Tizayuca representaba una mejor opción en términos económicos, operativos, sociales, ambientales, de crecimiento territorial ordenado, así como el aprovechamiento racional de las inversiones millonarias realizadas en el Benito Juárez.
El aeropuerto en Tizayuca, agrega el documento, se articularía con el ya existente en la Ciudad de México y no distraería recursos e inversiones millonarias en obras hidráulicas para evitar inundaciones.
Agrega que esto tiene como ventajas el traslado paulatino de operaciones al nuevo aeropuerto, por lo que podría operar con una sola pista y crecer conforme la demanda; contar con un aeropuerto alterno para casos de emergencia y distribuir operaciones de acuerdo a los destinos y tiempos de viaje.
En Tizayuca, pondera el análisis, no existen aves migratorias ni especies de flora o fauna protegidas o en peligro de extinción.
Tampoco enfrentaría conflictos sociales por la tenencia de la tierra y, lo más importante, no afectaría el funcionamiento regulador del lago de Texcoco.
De haberse desarrollado la construcción del aeropuerto en Tizayuca, el impacto regional favorecería el desarrollo económico regional, ya que instrumentaría un mejor concepto de megalópolis, apunta el estudio.
CONTRA EL PROYECTO EN TIZAYUCA
En cambio, la consultora estadounidense Mitre enumeró las desventajas de instalar la base aérea en Tizayuca.
Enumera: Quedaría a una distancia mayor de la ciudad a la que le presta servicio que cualquier otro aeropuerto importante del mundo, como París, Nueva York y los Ángeles.
La alternativa Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM)-Hidalgo no es una solución de largo plazo para el crecimiento del tránsito aéreo de la Ciudad de México, a pesar de que es técnicamente factible.
Su operación causaría problemas logísticos importantes de toda clase. Además, su activación implicaría, finalmente, el cierre de la base Aérea Militar de Santa Lucia, la más importante del país.
Algunas rutas de aproximación al sitio Hidalgo pasarían sobre la zona arqueológica de Teotihuacán, por lo que el ruido de las aeronaves así como la molestia visual podrían causar problemas.
Es probable que la combinación Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México-Hidalgo sea solo una solución a 20 años.
En el sitio Hidalgo, posteriormente se podrían construir dos pistas separadas para salidas (con tal de completar un total de cuatro pistas), pero estarían limitadas por el difícil terreno inmediatamente adyacente a la zona.
Es poco probable que Santa Lucía pueda operar simultáneamente con el aeropuerto en el sitio Hidalgo, por lo que tendrá que ser trasladada a otro lugar, apunta el estudio de la consultora.
Conclusión: campañas electorales van y vienen, gobiernos concluyen y otros empiezan y las promesas quedan en el olvido con el paso de los años, como el aeropuerto que, de plano, no aterrizó en Tizayuca.
