La multitud se reúne a las afueras del palacio municipal para ser partícipes de un baile y espectáculo, que ofrecen un grupo de hombres enmascarados, del cual uno de ellos representa a Judas Iscariote, usando una máscara de diablo y vestido de rojo, este hombre dirige al grupo. 
 

Creando expectativa, “Judas” sale desde el balcón de la presidencia municipal, se muestra, para después salir junto con más hombres que usan túnicas de colores y máscaras, por la puerta principal bailando y tirando agua a ellos y a los ahí presentes.
 

La tradición dice que el agua te salva de ser quemado como Judas en este evento, es por esto que los asistentes llevan cubetas, espuma en aerosol y algunos pequeños incluso están preparados con pistolas de agua. 

La fuente de la explanada sirve como abastecimiento de agua para la celebración que cobra revuelo en la empedrada subida de la calle principal, por la cual los judas asustan, corren y bailan al compás de la banda de viento.
 

Con una polea el Judas principal, es colgado del árbol más alto del atrio de la iglesia, sosteniendo dos ruedas de pirotecnia conocidas como torito, las cuales prenden para simular y terminar así la quema del Judas.

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