León.-
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Primo Quiroz Durán
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León
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Estudios: Escuela de Medicina de León de la Universidad de Guanajuato
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Especialidad: cirugía general en el Hospital General Regional de León
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Trayectoria: 51 años
¿Cómo descubrió su vocación?
Desde niño siempre pense, por los primeros años de secundaria, empecé a dirigirme a la carrera de medicina, siempre hay un ejemplo y el mío fue la figura patriarcal del doctor Pablo del Río, fue mi maestro de inglés en segundo año, era un médico como dicen de los de antes pero yo creo que un médico no puede cambiar, debemos ser iguales con una ética profesional, honradez y humildad para ejercer la profesión”.
¿Cuál es la mayor satisfacción que le ha dado el ser médico?
Haber trabajado en el HGR de León, donde se me dio la oportunidad de servir a mucha gente de los que más nos necesitan, estuve 38 años como practicante, interno, residente, jefe de residentes, jefe de cirugía, jefe de urgencias, jefe de enseñanza, subdirector y también tuve la oportunidad de ser director del hospital durante siete años. Siempre voy a estar agradecido con el HGR porque en mi cargo como director me dio la oportunidad de ser fundador de las especialidades de cirugía general fui profesor titular y fundador de residencias de cinco especialidades básicas de la medicina, las que son: medicina interna, cirugía general, anestesiología, pediatría y ginecología”.
¿Qué obstáculos o sacrificios ha enfrentado en su profesión?
Como en todo tenemos éxitos y fracasos que a uno lo marcan y nos dejan huellas, a mi no se me puede olvidar la señora que fue mi primer paciente operada por mí, sólo sin los maestros a un lado, falleció, aún recuerdo su nombre con mucho respeto Agustina Rincón, es algo triste y muchas veces las dificultades que teníamos para atender como se merece la gente por alguna dificultad en el recurso que no llegaban los medicamentos, pero con voluntad y ayuda de todo el personal salíamos adelante”.
¿Alguno de sus familiares ha seguido su ejemplo profesional?
Sí, mi hijo menor de tres que tengo, Sergio Quiroz Zárate es cirujano plástico; es una gran satisfacción y gusto pero también mucha responsabilidad y afortunadamente veo que lo está haciendo bien y estoy tranquilo”.
¿A qué cree que se deba su éxito y reconocimiento de sus pacientes?
A la constancia de siempre estar al pendiente de los pacientes, y el trabajo y entrega que uno da a los pacientes, agradeciéndoles la confianza que le tienen a uno. Yo estuve en la escuela Constancia y Trabajo, y creo que ese lema me ha orientado en toda mi vida en las distintas actividades que he tenido”.
¿Qué es lo que más le gusta de ser médico?
Servir a la gente, no hay otra cosa más bonita que estar uno de este lado (detrás del escritorio), que gracias a Dios aún no estoy enfrente, que estoy todavía en la situación de dar y no de pedir, eso es lo más bonito que Dios me da la oportunidad de seguir atendiendo, agradezco que mis pacientes tengan confianza en mí”.
¿Qué consejos le podría dar a las nuevas generaciones de médicos?
Han cambiado mucho las circunstancias, pero creo que hay cosas que no deben de cambiar, como ver al paciente que está enfrente de uno depositando su confianza como si fuera el familiar más cercano, para darles lo mejor de uno”.

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Ana Ruth Alonso Ibarra
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León
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Estudios: Médico por la Universidad de Guanajuato
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Especialidad: Ginecología y obstetricia en el Hospital General Regional de León
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Trayectoria: 18 años
¿Cómo descubrió su vocación?
Descubrí mi vocación cuando de niña me llamaba la atención saber cómo poder curar el dolor en la gente, creo que era más mi curiosidad por quitar el dolor que por curar”.
¿Cuál es la mayor satisfacción que le ha dado el ser médico?
La satisfacción más grande es tener el agradecimiento de mis pacientes y el reconocimiento de que pudimos coincidir en un momento vulnerable de su vida”.
¿Qué obstáculos o sacrificios ha enfrentado en su profesión?
Los sacrificios han sido muchos pero conscientes. La vocación te da claridad para seguir adelante apostando que estás haciendo lo correcto.Los obstáculos han sido también muchos, pero oportunos, cada uno te da razones suficientes para seguir esforzándote en tratar de ser mejor en lo que haces y en lo que eres”.
¿Qué es lo que más le gusta de ser médico?
Lo que más me gusta es que realmente es mi vocación. Cuando haces lo que te gusta, no es un trabajo, no es una rutina, no es una obligación, es lo que te mueve para seguir preparándote y esforzándote por otorgar una atención humana y de calidad a tus pacientes, realizándote en darte a los demás”.
¿Qué consejos le podría dar a las nuevas generaciones de médicos?
Ser médico no es dar medicina. ser médico es reflejarte en tus pacientes para que puedas dar la atención que te gustaría recibir, el trato que te gustaría agradecer, el cuidado que te gustaría sentir y la esperanza que te gustaría gozar de saber que estas es buenas manos”.

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Héctor Macías Chávez
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León
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Estudios: Médico General por la Facultad de Medicina de la Universidad de Guanajuato
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Trayectoria: 50 años
¿Cómo descubrió su vocación?
Lo decidí en 15 minutos, cuando llegué a inscribirme al bachillerato me preguntaron en qué área me iba a colocar, en ese tiempo tenías que escogerlo desde un principio, no como ahora que son dos años generales y uno de especialidad, me salí y empecé a reflexionar y decidí bilogía para ser médico y lo volvería a hacer”.
¿Cuál es la mayor satisfacción que le ha dado el ser médico?
Servir, poder servir a los demás y como una parte de mi vida la viví en el Hospital General, ahí me formé como médico, dicen que si ser pobre es complicado ser una persona de escasos recursos y estar enfermo es lo peor que le puede pasar a un ser humano”.
¿Qué obstáculos o sacrificios ha enfrentado en su profesión?
Yo creo que han sido más sacrificios, yo soy hijo de padre médico que tuvo una vocación muy especial, y dentro de las cosas que yo decía que nos sería como él, porque él se dedicó tanto su profesión que no pudimos disfrutarlo en familia tanto como nosotros queríamos, él siempre estuvo muy cerca de sus pacientes y profesión, y lo peor de todo que después de 50 años yo repetí lo mismo, he buscado equilibrio y el tiempo que no estoy en la práctica de la profesión se lo dedico a mi familia que para mí es lo más importante”.
¿A qué cree que se deba su éxito y reconocimiento de sus pacientes?
Yo no sé si será éxito, pero para mí cada paciente es una parte importante de mi profesión, no es una persona más sino un ser humano que trato de darle lo mejor de mí, como me gusta que me traten a mí intento tratarlos a ellos, para poder realmente entender hay que ponerse en los zapatos del paciente y tratar de sentir y sufrir el paciente”
¿Como médico general hay una área en el que se especialice?
De unos años para acá, tengo un número muy alto de pacientes geriátricos yo no soy geriatra pero me buscan por los pacientes mayores que yo les digo mis abuelitos, y que me gusta realmente me siento muy bien tratando de hacer que sus últimos días, meses o años de vida lo vivan con la mejor calidad, a mi no me gusta prolongar sufrimiento y agonías, me gusta que mientras estén aquí puedan disfrutar de la vida”.
¿Alguno de sus familiares ha seguido su ejemplo profesional?
Yo seguí el ejemplo de mi papá Ezequiel Macías Landeros, y mis de mis tres hijos, el menor Héctor Ezequiel Macías Andrade estudió ingeniería biomédica y de alguna manera está en contacto con hospitales y cosas medicas”.
¿Qué consejos le podría dar a las nuevas generaciones de médicos?
Que entiendan que estamos ante seres humanos, que no son ni un número más de un expediente, ni diferentes por su capacidad económica, todos son seres humanos y tenemos que tratar lo mejor de nosotros a ellos, para poder cumplir con nuestro objetivo que es ser un instrumento para regresar la calidad de vida a los pacientes, somos un instrumento del Señor y tenemos que sentirnos como tal, no somos magos ni mucho menos, pero el Señor nos dio instrumentos para poder darles calidad y calidez”.

