León, Guanajuato. Desde hace más de veinte años Jorge Macías Placencia dejó de estar asegurado en su trabajo y se quedó sin asistencia médica
El hombre de 60 años se emplea como “viene viene”, en el estacionamiento de un centro comercial de León.
Este trabajador refleja lo ocurrido en Guanajuato donde creció el porcentaje de carencia por acceso a los servicios de salud pasando de 13.7 a 24.8%.
La entidad pasó de tener 829 mil personas con esta carencia en 2018, a un millón 540 mil de personas en esta situación durante el 2020. Entre los dos periodos se sumaron 711 mil personas.
El informe se encuentra dentro de la medición multidimensional de pobreza en el apartado de carencias sociales, realizado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Durante los años que ha estado sin seguro, Jorge Macías Placencia no ha tenido necesidad de atenderse por enfermedad, sin embargo su esposa requirió una cirugía de riñón que se atendió en el Hospital Regional.
Reconoció que por su tipo de trabajo y la carencia de asistencia de salud, se acercó a la trabajadora social para negociar el pago; por esa cirugía pagó 2 mil 500 pesos.
Derivado de esto no se ha visto en la necesidad de buscar un trabajo que le ofrezca seguro social.
El último trabajo de Jorge en una empresa fue como vendedor de bebidas energéticas en los cruceros de la ciudad, en ese empleo tampoco estaba asegurado, detalló.
Jorge tiene dos hijos que trabajan en una carnicería y están asegurados, sin embargo ninguno de ellos ha intentado asegurarlos.
En lo que va de la pandemia no se ha enfermado, ni tampoco planea vacunarse ya que el temor se lo impide; uno de sus hermanos falleció dos semanas después de haberse vacunado contra el COVID-19, eso lo desalentó, dijo.
Es jóven pero se preocupa
A pesar de ser menor de treinta años, Felipe de Jesús Lozano Negrete sabe que debe prepararse para cuando deba pensionarse.
Felipe trabaja en una cerrajería, detalló que no está afiliado al IMSS, incluso a lo largo de sus 26 años de vida en su etapa laboral nunca ha estado asegurado.
El trabajador está casado, y los servicios médicos que ha necesitado los ha pagado en hospitales privados.
Por ejemplo el último parto de su esposa lo pagó en una institución privada, por el que le cobraron 25 mil pesos. Con ello reconoció que sería mejor estar asegurado para hacer frente a estos gastos.
Felipe explicó que ya desde ahora comienza a preocuparse para cuando llegue la edad de jubilación. “De momento se ve lejana pero tengo que empezar a ahorrar para cuando llegue”, concluyó.
Para saber:
A nivel nacional el 52% de la población tiene carencia por el acceso a la seguridad social; entre los indicadores de rezago social es la de mayor porcentaje entre la población.
Porcentaje de la población con carencia a servicios de salud:
1. Michoacán 37.6
2. Estado de México 33.4
3. Chiapas 32.7
4. Tabasco 31.4
5. Hidalgo 30.1
21. Guanajuato 20.7
