León, Guanajuato. La mujer de mayor edad en el grupo Walmart trabaja en una de las sucursales de Guanajuato.
Se llama Consuelo Yáñez y sus compañeros le dicen “Chelito”, tiene 82 años y comenzó como empacadora en una tienda de autoservicio, para luego ser contratada como embajadora y más tarde se convirtió en auxiliar de servicio al cliente.
Como empacadora trabajé en otra empresa y entré a Walmart para ayudar en días previos a la inauguración de esta sucursal (Rentería)”, narró.
Me tocó acomodar, organizar el área de calzado y ya en funcionamiento la tienda, fui embajadora; mi trabajo era recibir y despedir a los clientes y si requerían algún producto, acompañarlos al lugar en donde estaba”, añadió.
Sin embargo, contó que el puesto quedó extinguido por las tiendas de autoservicio, y así terminó aquel papel que desempeñaba.
Luego fue cuando me ofrecieron ser auxiliar, creo que mi forma de ser y actitud me ha ayudado mucho. Además siempre hay que venir arreglados para estar presentables”, contó la mujer originaria de la capital del país.
Debido a la pandemia de COVID-19, en Guanajuato miles de personas mayores de 60 años se quedaron sin empleo; tan sólo en el comparativo del primer trimestre del 2020 con el mismo periodo de este año sumaban 16 mil.
Dicha cifra puso a nuestro estado entre los 10 con mayor pérdida de empleos en este sector de la población a nivel nacional.
“Chelito”, quien tiene dos hijos, de 63 y 62 años que viven en la Ciudad de México, dijo que el 2020 no fue fácil, pues toda su vida ha estado activa y debió parar unas semanas sola en su casa.
Ponerse límites no es parte de su estilo de vida, pues fue hasta taxista en su tierra natal.
Fuí la primera chofer de taxi, una gran experiencia”, presumió orgullosa.
Ahora que ya completó su esquema de vacunación contra el coronavirus dijo sentirse más segura en su trabajo; en donde labora toda la semana, ocho horas diarias.
Su principal actividad es recorrer los pasillos del supermercado para dejar en los respectivos departamentos todos los productos que los clientes dejan en las cajas al decidir no comprarlos.
Igualmente si hay un carro o canastilla que no está en su lugar, hay que evitar que estorbe y ponerlo en su zona”, explicó.
Sus compañeros la reconocen y respetan, aseguran que a su edad es de valorarse su profesionalismo y buena actitud.
Por esa razón “Chelito” se ha ganado el cariño de todos.
Mientras laboraba se encontró con una compañera que iba en el carrito eléctrico y de broma le dijo: “¡Ah!, ahora me ganaste el tour”.
Y aunque aseguró, en una charla antes de iniciar su turno, que aunque disfruta mucho lo que hace y agradece la oportunidad que la empresa le da, cada vez piensa más en jubilarse.
Recordó que hace tiempo se cayó y lastimó el nervio del equilibrio, por lo que en ocasiones por cualquier pequeño golpe en esa zona siente malestar y mareos.
Además hay días que también me canso, así que he pensado en que ya hice lo que tenía que hacer, ya estoy muy grande y debo entender que ya cumplí lo que debía; debo pensar en mi salud”, reconoció.
Contó que una vez que se retire piensa irse a Zumpango de Ocampo, en donde también vivirá sola, pero que en la misma calle (a pocas casas) tendrá a su nieta como vecina.
A la pregunta de si es la empleada más longeva del grupo Walmart en León y en Guanajuato, contestó que sí; sin embargo, desconoce si es la mayor a nivel nacional.
En León si soy la empleada más viejita; en el estado sé que hay una persona de 70 años y en México seguramente soy una de las empleadas con más edad”, finalizó entre risas.
