Ahora que el Museo de Arte e Historia de Guanajuato abre sus puertas con las medidas de sanidad, es una oportunidad para conocer la Sala de Cultura Regional.
Montserrat Báez Hernández, jefa de colección y registro de obra del museo, aprovechó las plataformas digitales para compartir parte del acervo de la sala y aprovechó para conversar sobre la orden de San Agustín, su presencia en el estado de Guanajuato y sus fundaciones conventuales.

Esta orden fue fundada en el siglo 13 y su origen se remonta a un grupo de ermitaños italianos que vivían bajo la regla que el santo elaboró para la vida en común en el monasterio de Tagaste.
San Agustín fue fundador espiritual de la orden, es uno de los cuatro doctores de la iglesia y su santoral se conmemoró el 28 de agosto”, platicó.
Fue en 1533 cuando los agustinos llegaron y se caracterizaron por evangelizar regiones con población indígena dispersa y en Guanajuato la orden tuvo presencia con dos fundaciones: San Pedro y San Pablo, en Yuririapúndaro; y San Juan de Sahagún, en Salamanca.

El ex convento de San Pedro y San Pablo en Yuririapúndaro, construido entre la primera mitad del siglo 16 y principios del siglo 17, pertenece a la tercera etapa de fundaciones agustinas que buscaron fomentar el asentamiento de la población indígena en zonas fronterizas”, compartió Montserrat.
La maqueta de este lugar se encuentra en la Sala de Cultura Regional y se observa en su estructura el convento con dos claustros y el templo de planta de cruz latina, con una fachada destacada por su ornamentación con motivos vegetales, atlantes y amorcillos de influencia renacentista.

El ex convento de San Juan de Sahagún en Salamanca fue construido entre los siglos 17 y 18 y en la maqueta se aprecian las grandes dimensiones del conjunto, especialmente en el claustro mayor, hoy en el Centro de las Artes de Guanajuato, así como el templo con su planta de cruz latina y dos torres”, explicó.
El interior de este último cuenta con 12 retablos de madera tallada y dorada realizadas por el maestro queretano Pedro de Rojas y están dedicados a santos agustinos como Rita de Casia o devociones como la Inmaculada Concepción y San José, entre otras.

