Al ver que la situación económica se mermaba por la pandemia, las amigas Magón Durán Pons y Miriam Martínez se asociaron para vender cubrebocas profesionales con filtro de carbón activado. 

Con la mentalidad de ver oportunidades donde otros ven problemas y obtener un ingreso que les permita solventar sus gastos, se dieron a la tarea de investigar con neumólogos y doctores, para poder crear un cubrebocas que no fuera desechable y si seguro para los médicos, enfermeras y personas que tiene trato directo en sus labores. 

FOTOS: Mayra Córdova/ Archivo

Yo soy maestra de preescolar, lo cual amo, pero esta odisea comenzó con el puente del 20 marzo donde nos dijeron que no trabajaríamos por 15 días por el Covid-19. Pasaron los días y nos percatamos que esto duraría mucho tiempo, por lo que platicando con mi socia se nos ocurrió esta idea”, platicó Magón

El cubrebocas profesional tiene un nivel de protección más alto que N95 por su filtro de carbón activado y su diámetro de poro menor a 2.5 micras. 

La producción del cubrebocas está a cargo de una persona profesional en su diseño y elaboración, lo que permite generar una fuente de empleo para alguien más, mientras que las socias se encargan de las ventas a las que han añadido también caretas, termómetros y oxímetros. 

FOTOS: Mayra Córdova/ Archivo

Cada cubrebocas tiene valor de 250 pesos, el cual incluye un filtro de carbón activado y están hechos de 100% algodón, son lavables y reutilizables; al lavarse se tiene que retirar el filtro con un guante y meterlo en una bolsita de plástico o ponerlo al sol. Los filtros duran de 15 a 20 días si se usan durante ocho horas seguidas. 

Algunas personas les parece caro, pero sin darse cuenta gastan más en cubrebocas desechables que su costo es de entre seis y ocho pesos, pero sin el alto nivel de protección”, añadió Magón. 

FOTOS: Mayra Córdova/ Archivo

Además, en apoyo también al personal de salud, han donado estos artículos de protección a enfermeras del ISSSTE y del Hospital Materno Infantil

Con el apoyo de médicos, enfermeras, dentistas, instituciones de salud, bancarias, artistas y el público en general han distribuido su producto a Nueva York, Monterrey, Ciudad de México, Ciudad Valle, Guadalajara, Cancún y Playa del Carmen

Mayra Córdova Sánchez

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