León, Guanajuato.- A pesar de la contingencia sanitaria los adultos mayores continúan trabajando ante la necesidad económica. 

Después de dos semanas de pausa la responsabilidad de su familia, hizo que Juan José Vega regresará a su negocio de abarrotes en el mercado El Cortijo. El hombre de 72 años lleva atendiendo su local desde hace diez años.

Antes de ser comerciante, Juan José Vega se dedicó al sector salud ramo del que se jubiló al cumplir 60 años. Ser útil y productivo es lo que lo motivó a continuar trabajando después de pensionarse. Reconoció que tiene miedo de enfermarse de Coronavirus pero también se debe ser responsables para cuidarse.

Sr. Juan José Vega. Foto: Silvia Millán.

El comerciante recordó que empezó a trabajar a los 12 años en un rancho propiedad de su familia, su papá dijo, fue quien lo enseñó a trabajar y ser productivo.

Hay que estar activos, ser productivos. Si Dios nos dio talentos debemos aprovecharlos en beneficio de nuestro Estado y País que requieren de gente trabajadora”, explicó.

En Guanajuato 209 mil 437 adultos mayores de 60 años, contaban con trabajo hasta el corte de marzo de 2020. 

Estas cifras todavía no reflejan el desempleo que puede dejar la pandemia, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) realizada por Inegi.

Vence problemas

Antes de estar pensionado Juan José Meza se dedicó a las ventas de cambaceo desde 1980. 

El hombre de 72 años, actualmente vende artículos de cocina en los tianguis, los productos se los facilita un amigo que tiene una mueblería. Sus ingresos son por comisión, si vende gana aunque de momento hay poco movimiento, su pensión es la que la ayuda para completar.

El contagio del coronavirus le preocupa, pero la necesidad de trabajar hizo que retomara sus actividades. “Esto me mantiene la mente ocupada para estar activo, no estar enfocado en las enfermedades”, explicó.

Sr. Juan José Meza. Foto: Silvia Millán

Juan José Meza estuvo trabajando para una empresa cuando tenía 52 años, en ese entonces tuvo una lesión en el fémur, situación que lo llevó a pensionarse por invalidez.

Durante un año estuvo sin trabajar, ese tiempo le llevó su recuperación ya no pudo seguir trabajando en empresas así que decidió regresar a las ventas pero en los tianguis porque extrañaba su trabajo pero además su esposa está enferma. En sus mejores años laborales dijo las ventas le dieron para dar estudios a sus hijos.

Del campo a la ciudad

Fidel Esparza se dedica a vender plantas medicinales en los tianguis, el hombre de 66 años era agricultor, tenía en Jalisco una parcela de maíz y frijol. 

Sr. Fidel Esparza. Foto: Silvia Millán.

Al inicio de la pandemia hizo una pausa de dos meses, estuvo recluido en su casa en este tiempo, dijo que los recibos de servicios continuaban llegando. “Es más canija el hambre que el coronavirus. Tengo que salir”. Reconoció que tiene miedo pero tiene que continuar apoyando a su hija.

Hace 37 años Fidel llegó a León, se mudó de su comunidad al no tener escuela y servicios cercanos. A su llegada trabajó como albañil, vendía comida, cada que iba a su comunidad le encargaban plantas, eso lo llevó a dedicarse a venderlas eso inició hace 28 años.

GOM.

 

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