Vivir la vida al máximo es una de las principales lecciones que ha aprendido José Guadalupe Zárate, rescatista de Protección Civil Municipal.

José Guadalupe lleva más de cuatro años dentro de la dependencia municipal, pero desde hace 15 años inició su carrera en Bomberos Voluntarios A.C.

“Tenía un primo que era bombero y me invitaba a las guardias, después me fui involucrando en esto de rescate y ahora es parte de mi vida”.

José Guadalupe señala que para ser rescatista hay que capacitarse, y que en su caso inició en la Academia de Bomberos y posteriormente se certificó en rescate vertical, vehicular, contra incendios, uso y manejo de extintores, materiales peligrosos y otros más, aparte de las actualizaciones que constantemente debe tomar.

“Lo más importante es tratar de ayudar a las personas. De los sucesos más fuertes que hemos vivido han sido con niños, te marca definitivamente”, precisó José.

Aprecio a la vida y respeto a la muerte

Explicó que en su trabajo aprenden a valorar y apreciar la vida, así como a no tenerle miedo a la muerte, aunque no le pierden el respeto, ya que en algunas ocasiones se arriesga la vida con tal de salvar otra. “Respetamos mucho la muerte porque es una situación dolorosa y penosa, hay veces que te gana el instinto por ayudar y en ese lapso pueden pasar mil cosas”, explicó.

A los niños y jóvenes que tienen la inquietud por integrarse a los cuerpos de rescate, José los invita para que se acerquen a corporaciones como Bomberos Voluntarios y se integren, ya que “es una pasión muy humana y una vocación por servir que los va a ayudar en muchos aspectos de su vida”.

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