Miles de familias aprovecharon la suspensión de labores escolares y actividades en oficinas públicas de la ciudad para acudir a la tradicional apertura de las compuertas de la Presa de la Olla, una tradición vigente desde el siglo XVIII que reúne a los guanajuatenses en torno a un festejo popular que pasa de generación en generación.
Desde las primeras horas de la mañana, miles de personas y cientos de familias encaminaron sus pasos rumbo a la Presa de la Olla, con la firme idea de participar en una fiesta que cada año reúne a los cuevanenses en muestra de que las tradiciones trascienden al tiempo.
En los callejones, barrios, colonias y comunidades de la ciudad, la gente se levantó temprano y comenzó los preparativos para ser parte de una fiesta popular que abre sus puertas a todos por igual y en donde todos participan sin importar su condición social, u origen.
Como siempre las familias son las que sin proponérselo, con su sola presencia dan vida y forma a estas fiestas, que al paso de los años se convierten en tradiciones, las cuales nos identifican como guanajuatenses.
La fiesta, lo mismo recibe a los habitantes de Guanajuato y sus comunidades rurales, que a quienes vienen de otras ciudades del Estado, de otros Estados del país e incluso del extranjero.
Quienes desempeñan un papel indispensable en la conversión de esta fiesta en una tradición, son precisamente las familias, quienes acuden como una forma de distraerse y convivir para de esa forma reforzar sus lazos de unión, algo que la misma fiesta ha logrado sin siquiera proponérselo.
Hay quienes tienen décadas acudiendo a la tradicional celebración y otros que apenas acuden a presenciarlo por vez primera, pero ese no es obstáculo para ser parte de una fiesta que es esperada todos los años por los habitantes de la ciudad de Guanajuato.
Una de las familias que más tiempo tiene participando es la González Aguilera, que a lo largo de 35 años han estado presentes y se trasladan desde su hogar en el Cerro del Cuarto, con todo lo necesario para disfrutar de la fiesta, incluso en los días de lluvia utilizan casas de campaña y lonas para mitigar sus efectos.
