Alrededor de 260 viviendas de Santa Teresa continúan descargando sus aguas sucias a cielo abierto, situación que genera problemas de salud entre los pobladores.
Mario Rocha, vecino de la comunidad, comentó que en las mañanas cuando la gente sale a caminar, en algunas zonas el olor de las aguas negras es insoportable.
“Se necesita pavimentar las calles, porque las mayoría son de tierra y cuando llueve la gente no puede caminar. Aunque el principal problema son los drenajes a cielo abierto.
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