En estos días, las calles del Centro lucen repletas de visitantes, que atraídos por la experiencia del funicular que sube al Pípila, llegan a esperar hasta 45 minutos para acceder al transporte.
“Vinimos ayer también, esperamos como 30 minutos pero valió la pena por la vista que ofrece al ir subiendo; hoy ya van más de 30 minutos”, comentó Jorge Labrada, turista procedente de Sinaloa.
Pero les pareció costoso el precio del paseo por el poco tiempo que dura.
