Benedicencia y Bendecir, significan lo mismo, Bien decir, que es lo contrario a mal decir, o maledicencia.

En un comercial del radio decían sobre los valores humanos, o universales, practica los valores, el lunes Respeto, el martes Honestidad, y así etc., etc., y al final decían practica la Benedicencia, y ¿Qué es la Benedicencia?, pregunte a varias personas y no sabían que era,

casi nadie sabe qué es esto.

Dicen que el término no aparece en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, la Benedicencia no deja de ser una de las más grandes virtudes que pueda tener el ser humano. 

Su opuesto (y sí aparece en el diccionario) es la maledicencia: el vicio de hablar mal de otros. El maldecir, es decir mal, también las majaderías y obscenidades. Entonces, en pocas palabras, la Benedicencia significa hablar bien de algo en general.

Nadie tiene derecho a herir la reputación de los demás, pero ¿cómo evitarlo? Proponte de aquí en adelante liberarte de los comentarios negativos, permite que el espíritu de la amistad y el respeto, toque tu vida y responsabilízate de la forma en que te refieres a otros.

Promueve en casa los comentarios positivos. Los menores sin lugar a dudas, son como esponjas absorbiendo todo lo que está próximo. Promueve los comentarios positivos dentro del núcleo familiar es prioritario para formar jóvenes y adultos responsables de sus actos, y de sus palabras. Procura eliminar las palabras vulgares y groseras, pues tus hijos las repetirán, es como cuando uno fuma, no podrás prohibir esto a tus hijos. Las frases hirientes, la ironía y los insultos conllevan a conflictos de mayor complejidad que pueden desencadenar en afecciones emocionales e incluso físicas. 

Bien dice el dicho “Sabio es quien poco habla y mucho calla”. Y en el tema de la Benedicencia encaja a la perfección: si no tienes nada que decir que sea positivo, es mejor quedarse callado. 

Hablar bien y resaltar lo bueno del prójimo es importante para estar en paz con uno mismo y con quienes nos rodean.

Hay gente que se ufana de ser mal hablado, o sea  maldicientes y creen que por eso son más “auténticos”, en realidad eso solo refleja la mala educación que les dio su madre y su padre. Y su ignorancia y falta de respeto para los demás, creo que en este mundo solo hay de dos sopas, la buena y la mala. El que habla bien y el grosero, vulgar y majadero, en nuestra casa, nuestros padres tratan de darnos un buen ejemplo, (creo) nos inculcan la buena educación y tratan de evitar la mala educación, cuando una persona que creíamos educada empieza  a soltar palabrotas, y más frente a niños y señoras, nos hace sentir incómodos, y yo me imagino a esas personas como si en cada palabrota, les salieran un mal olor, es como si tuviera la boca sucia y mal lavada. Pero todavía hay una cosa peor que un tipo hablando majaderías, y vulgaridades, y es una mujer hablando con majaderías, imagínense no cómo se ven hablando sino que cómo se oyen hablando de esa manera. Así que si no conocían lo que significaba Benedicencia, ahora que la conocen ¿Que harán?

Juan José Prado Viramontes es Académico Asociado en la Academia Guanajuatense de Literatura Moderna. Si tú escribes o eres historiador, la Academia es para ti. [email protected]

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