Vecinos de la calle Insurgente se quejaron de que las autoridades no atendieron su solicitud para demoler una construcción que fue clausurada por Desarrollo Urbano desde agosto del 2015, por no tener permisos correspondientes.
“Ellos acordaron desde que estaba el arquitecto Knapp, y ahora Carlos Morrill. Le hicimos de su conocimiento en junio del 2016”, dijo Jorge Cardiel, vecino.
Señaló que la construcción es de madera y está sobre la terraza de una casa que colinda con el Hotel Murillo, y representa un peligro para los colonos pues se estaba construyendo de polines.
