Durante 60 años, Juana Rangel Hernández impartió clases en esta ciudad, su trayectoria fue reconocida en un emotivo homenaje de la Asociación Civil de Manos Unidas de Guanajuato.
Actualmente, Juanita Rangel tiene 80 años, su infancia la vivió en Barrio Alto, su misión en la vida consistió en compartir sus conocimientos a sus alumnos de la Escuela Normal Oficial y en su secundaria anexa, así como en la Secundaria Benito Juárez.
.¿Qué recuerda de su niñez?
.El momento que cursaba la primaria, hice mis primeros estudios en una escuela que ya no existe, se llamaba de Belén.
No tenía edificio propio, así que algunas veces trabajábamos en una casa particular por el Cantador, estuvimos como en seis casas.
Esa era la primaria que era dirigida por una viejecita, una maravillosa persona muy estricta, muy enérgica, pero obrando siempre con justicia, Delfina Quiñonez. Una de las escuelas de Guanajuato lleva su nombre.
Cuando no la conocíamos bien, veíamos que llegaba y decíamos ‘¡ay, llegó la señorita Delfina!’, era una gran mujer, muy sabia, muy preparada, lo que podemos llamar uno de los verdaderos apóstoles de la educación, fue muy justa. En esta escuela cuando había recreo era algo maravilloso, nos llevaban a la Estación del Ferrocarril.
.¿Qué la motivó a ser maestra?
Fueron muchas cosas, entre ellos el esfuerzo que hacían mis maestros.
Recuerdo con mucho cariño a todos mis maestros de la primaria pero a la que más recuerdo es a mi maestra de primer año, Antonia Gutiérrez.
.¿Cómo comenzó a dar clases?
.Cuando terminé mi carrera de Educación Primaria en la Normal Oficial (en Paseo de la Presa), me invitó la directora Elisa López López a dar clases pero mis padres no me permitieron hasta que me titulara.
Terminé la carrera en 1953 y me recibí en 1954, en cuanto me titulé me mandó llamar la directora de la Escuela Normal que si quería trabajar.
Primero entré como bibliotecaria, después me ofrecieron dar unas clases en calidad de interinato, fueron Historia de México y después Psicología.
.¿Se especializó en algo?
.Sí, entré a la carrera de Letras Españolas, porque ya me dediqué a dar clases de español. Aunque siempre tuve un puesto administrativo.
Así, estaba atendiendo el departamento de Orientación Educativa Vocacional y al mismo tiempo daba clases.
Dejé la biblioteca, estuve después como prefecta, me ofrecieron clases de Español. En ese tiempo estaba la secundaria anexa a la Normal y daba clases en ambas escuelas.
.¿Ya se jubiló?
.Sí, me jubilé hace dos años, después de cumplir 60 años de servicio. Y lo digo sin vanidad, no tuve ninguna falta en mi expediente.
.¿Alguno de sus alumnos es conocido profesionalmente?
.Son muchos, hay en la política, y me da gusto ver que sean hombres de provecho. De la Benito Juárez salieron muchachos sobresalientes quienes participaron a nivel mundial en concursos de química y obtuvieron buenos lugares.
.¿Qué le dicen sus ex alumnos?
.Cuando me encuentro a ex alumnos o a sus papás me da gusto el trato que me dan, porque siempre piden a Dios bendiciones para mí. La verdad son saludos muy sinceros donde reconocen el trabajo que hice por sus hijos.
