En total, 359 estudiantes de la Escuela Primaria Carlos Montes de Oca, han sido afectados en su salud por los trabajos que se realizan para estabilizar un talud en una obra contratada por Gobierno del Estado, donde se rocía cemento en polvo.

Ana María Rivera Rodríguez, directora del plantel, informó que ayer, antes de iniciar las clases, los padres de familia se llevaron a 72 estudiantes para evitar que avancen las afectaciones físicas.

La obra se realiza con una inversión aproximada de 1.7 millones de pesos, la cual consiste en aplicar un rociado de cemento en seco que genera una gran cantidad de polvo, la cual es absorbida por los alumnos de la primaria.

“Se forma una nube de polvo, el compromiso era que limpiaran la escuela pero ni así terminan las afectaciones a la salud de los niños”, comentó Rivera Rodríguez.

Los padecimientos

En el colegio se tienen reportes de afectaciones de conjuntivitis, irritación en los ojos, afectaciones en las vías respiratorias, ámpulas en la piel, boca y lengua, además de dolores de cabeza y estómago.

“Los niños que tienen asma por más que son llevados al doctor no se alivian, además tienen sangrado en su nariz. Una señora me trajo la receta de su hija, a quien el doctor le cuestionó si estaba siendo sometida a una gran cantidad de polvo”, dijo la directora.

Ana María señaló que las obras de rociado de cemento comenzaron el 5 de abril, y a partir de entonces surgieron situaciones delicadas de salud en esta escuela que alberga a 628 estudiantes.

Esta problemática se reportó a la Secretaría de Educación de Guanajuato (SEG), donde la respuesta fue aplicar cubrebocas pero no se protegen los ojos, ni la piel.

“Hay ardor en la nariz y ya se tiene en la boca el sabor del cemento. Se dice que las obras estarán concluidas el 10 de mayo, que es cuando estarían regresando los alumnos a clases”, finalizó Ana María, quien dijo estar preocupada por esta situación.

 

Piden que se suspendan las clases

Ante las afectaciones en la salud de los alumnos de las primarias Carlos Montes de Oca y Delfina Quiñones, por las obras que se llevan a cabo, padres de familia amenazan con suspender clases.

Directivos y padres de familia se reunieron ayer para constatar la forma en como actualmente reciben clases los alumnos: entre material y equipo saturado de polvo, el cual respiran.

Los padres y las autoridades educativas acordaron solicitar a la Secretaría de Educación de Guanajuato (SEG), una sede alterna para que sus hijos no pierdan clases, ya que actualmente es imposible, o bien, suspender labores en lo que culminan las obras.

Toda el área ha sido invadida por el polvo que generan las obras, las cuales tienen como finalidad eliminar los riesgos que suponen este talud, que hace las funciones de barrera natural entre el barrio El Terremoto y los planteles ubicados varios metros abajo.

“Los trabajos ya debieron terminar pero como suspendieron en Semana Santa por vacaciones ahora está el problema y nadie se quiere hacer cargo. Los niños se siguen enfermando y nadie hace nada”, dijo Ana Gabriela, madre de familia.

Los papás denunciaron que los problemas de salud han sido generados porque en la obra se está utilizando mortero, cuando debió sólo utilizarse cal y cemento, además de que quienes ahí laboran, inician tarde sus actividades, ya que comienzan a trabajar a las 9 de la mañana.

“La obra dijeron que iba a estar lista en mayo pero con el avance que tiene va a ser muy difícil que se entregue para esas fechas y lo malo es que los niños se siguen enfermando”, dijo Luis Jaime, otro papá.

Por ahora, los alumnos no pueden realizar ninguna actividad fuera de las aulas, en donde consumen sus alimentos y pasan su hora de recreo.

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