Luz Elena Galindo, ambientalista, lanzó un llamado a las autoridades para inhibir el exceso de palomas en calles y plazas porque se han convertido en una plaga.
“Las palomas son consideradas una plaga porque exceden de su número, no tienen un control de su natalidad y carecen de un depredador natural”, indicó.
También señaló que el guano de las palomas afecta la cantera de edificios históricos porque su excremento es muy corrosivo.
“También el guano mezclado con el agua, genera que la gente se resbale y que los carros derrapen”.
El guano al secarse, se convierte en un peligro de salud para las personas cuando lo aspiran, principalmente cuando se tiene problemas de asma.
