Ubicado en el corazón de la ciudad, entre infinidad de restaurantes y hoteles, el Callejón del Bueno se ha convertido en un auténtico basurero y bodega de fierros, sin que la autoridad municipal tome cartas en el asunto.
Este callejón está en la calle de Sopeña frente a la Casa de Moneda, donde quienes pasan por la zona ven un callejón con bolsas de basura en las banquetas, así como calderas obstruyendo el paso en aceras.
Hay infinidad de costales con escombro y cemento, algo que amerita la intervención de la Dirección de Desarrollo Urbano.
También hay palos, botes a la mitad al parecer utilizados para resanar un muro, sin que se tenga a la vista permiso del Instituto de Antropología e Historia (INAH).

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