La llegada de los relojes desechables prácticamente puso en extinción los relojeros de la ciudad, aunque escasos, Heriberto Mata Palma es uno de esos guardianes del tiempo que sigue trabajando en arreglar estas singulares máquinas que marcan el paso.
A los 12 años Heriberto ingresó a un mundo donde las máquinas del tiempo le enseñaron la importancia de vivir al máximo el presente, un estilo de vida que mantiene hasta ahora.
Actualmente tiene 71 años, el pulso le falla un poco, la vista está un poco agotada, pero aún así se mantiene dando vida a relojes mecánicos considerados una reliquia de valor incalculable por sus propietarios.
.¿Cómo inició en esta
actividad?
. Soy vecino de la Calzada de Guadalupe, ahí nací, de chiquillo estuve en la Escuela de El Sol, a los 12 o 13 años cuando dejé de estudiar mi mamá me dijo que tenía que buscar un oficio para que no estuviera de flojo.
En ese tiempo ayudaba a la gente a tirar su basura, estaba en la Plaza de la Paz cuando los hermanos Resendiz, Jesús y Javier (q.e.p.d.), quienes me dijeron que si no quería trabajar con ellos de chicharito, para apoyarlos en el negocio barriendo y trapeando.
Cuando comencé había mucho trabajo, conforme crecí y aprendí los hermanos Resendiz me dieron oportunidad de arreglar los cronómetros, que era lo más difícil en ese tiempo.
.¿Dónde estaba en ese
tiempo el negocio?
. Donde estamos ahora, en los bajos de la Basílica, en la calle del Truco 7, así estuve de aprendiz con ellos.
Yo crecí con ellos, me decían el niño, así aprendí la relojería, en ese tiempo había muchos relojes de cuerda, el despertador era el más popular.
.¿Por qué se descomponen los relojes mecánicos?
. Generalmente falla con las caídas, se despibotaban o se rompe el eje, esa es siempre la falla más popular.
.¿Qué piezas tenían anteriormente los relojes ?
. El reloj mecánico se compone de cuerdas, eje, ruedas, un ancora, el volante y las platinas, los cronómetros incluían otras piezas como muelles y botones.
En ese tiempo los relojes eran caros, los mejores eran los suizos, así que los usaba la gente de dinero, los relojes eran de calidad, ahora los relojes son baratos pero desechables.
.¿Qué aparatos se usan para arreglar los relojes
mecánicos?
. Se trabajaba con una lavadora que se componía de tres pomos, uno con solución con bencina o gasolina blanca, había canastillas donde se lavaban los relojes, después de que se secaban se volvían a armar.
A parte trabajamos con un lente, desarmadores, un compás, tornillos para compensación, pinzas y la clavadora. Actualmente ya no se usan las lavadoras, ni clavadoras, porque la mayoría de los relojes son desechables y sólo se cambian pilas.
No es solamente de cambiar pilas, pernos o correas, la profesión en sí es difícil, incluso el tiempo para aprender duraba entre 5 y 6 años.
Ahora no, para poner pilas a los relojes cuando mucho se aprende en 6 meses.
.¿También trabaja relojes de pared?
. Sí, hay quienes me siguen trayendo relojes de hace algunos 50 años, esos relojes son los más cotizados, esos relojes los busca mucha la gente, como los relojes de cucu.
.¿Cómo llega a tener
su propio negocio?
. Conforme pasó el tiempo los hermanos Resendiz se cambiaron a la Avenida Juárez, me independice en 1968, en ese tiempo tenía alrededor de 24 años.
Me casé a los 26 (con Veneranda Valdés) y desde entonces me mantengo en este local, el cual compré en 1987, desde ese tiempo soy el propietario.
Comenta un orgullo Heriberto, quien se mantiene en la profesión que le ha brindado infinidad de satisfacciones.
