Lorena Martínez Fano y Eduardo Marumoto Torres lograron su sueño de amor, unir sus vidas ante la ley de Dios en la Basílica Colegiata de Nuestra Señora de Guanajuato.
La misa de acción de gracias fue oficiada por el sacerdote Patrick O’Connell, quien le dijo que en su nueva etapa como marido y mujer tendrán que cuidarse el uno y el otro, formar un hogar donde no falte la comunicación y seguir adelante siempre juntos.
Los recién casados se conocieron en Monterrey y desde un principio hubo una bonita atracción que en poco tiempo se convirtió en un lindo noviazgo. Su relación creció mientras ambos estudiaban, ella escogió Ingeniería Industrial y él Ingeniería Mecánica.
Después de 7 años y 2 meses de compartir buenos y malos momentos decidieron dar el siguiente paso ante sus seres más queridos y para ello escogieron Guanajuato, pues él es de León y ella de Monterrey.
La recepción fue en el ‘Jardín La Antigua’, lugar donde disfrutaron un menú preparado especialmente para la ocasión que consistió en crema de calabaza de castilla infusionada con canela y nuez.
Como plato fuerte se sirvió ave rellena de verdura con cremosa de chipotle acompañada de risotto al vino blanco y láminas de piña deshidrata. Para endulzar su paladar hubo pastel de amaranto y nuez en salsa de rompope con firmamento de caramelo y palomitas con helado de canela.
Más tarde, los novios pasaron a la pista para bailar su primera pieza como marido y mujer, los novios se miraron fijamente mientras se sonreían y se abrazan mutuamente. Sus padres se acercaron para bailar con ellos y felicitarlos por dar un paso tan importante que no sólo los une a ellos sino a dos familias.
Los recién casados disfrutaron los paisajes urbanos que sólo les pueden ofrecer los diferentes países de Europa, lo que sin dura hará de su viaje una luna de miel inolvidable.
