Eduardo Knapp, propietario del funicular, confío que en la primera quincena de octubre reanude sus servicios este medio de transporte.
Así que se trabaja a marchas forzadas para realizar el dictamen a fin de especificar las fallas que propiciaron la caída.
“Creo que lo más importante es que vuelva a funcionar el funicular, porque es un servicio que la comunidad está reclamando”, señaló.
Knapp resaltó que la gente que vive en las zonas aledañas al Pípila son quienes están batallando para llegar al Centro, así que existe el interés porque se tenga el dictamen de las causas del accidente para volver a ponerlo en funcionamiento.
Eduardo Knapp señaló que la idea es que se solucione esta situación antes de que terminen sus funciones la actual administración, para ello se pone atención especial en la reparación del funicular.
“Se requieren piezas que vienen de Europa. Las cuales tienen que pasar por un proceso aduanal, con trámites que se están cumpliendo al 100 por ciento”, resaltó.
