l oficio del aguador era llevar agua de las fuentes y tomas públicas de la ciudad a las casas de la población. Este trabajo surgió cuando la ciudad  no contaba con las modernas redes de agua potable que tiene actualmente.
En los antecedentes de la Capital, se sabe que sus primeros pobladores se asentaron cerca del río para suministrarse de agua para sus diferentes necesidades básicas, poco a poco creció la población, situación que ocasionó varios problemas, pues la gente acostumbraba  tirar basura al río, así como residuos de comida, lo que generaba contaminación y mal olor.
Todo cambió luego del primer brote de agua potable de la fuente que se encuentra en el Baratillo y que estaba en la Plaza de la Paz, antes del Monumento. 
Como no era suficiente, se pensó en varias alternativas, como la construcción de tomas de agua en las diferentes entradas de callejones, calles y plazuelas, de esta manera era más fácil llegar a toda la población
Es así como los aguadores tomaban el agua, incluso las mujeres iban por el líquido que almacenaban en  sus cántaros y caminaban hasta su casa por los empinados callejones. Todavía se encuentran estas tomas que aunque ya no suministran agua pero son parte de la memoria de la ciudad.

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