En el barrio de Pastita se encuentra la Alfarería Tradicional del artesano Gorky González, personaje que fue reconocido en noviembre del año pasado por el Instituto Estatal de la Cultura, por rescatar la tradición de la cerámica mayólica en la ciudad.
Lo primero que uno mira al entrar es su extensa variedad de vasijas, platos y tazas pintadas a mano. Unos pasos más adelante se encuentra una verja que conduce a un patio que lleva a su casa, su esposa Toshiko Ono abre la puerta y de pronto aparece la figura del artesano.
“De nuevo estoy aprendiendo a caminar”, dice mientras da un paso hacia la sala. Como en la entrada de la cerámica, su sala está rodeada de vasijas y platos que datan de más de 100 y 200 años.
De pronto, sin ningún esfuerzo, logra entablar una conversación, empieza a platicar que durante muchos años trabajó en Gobierno del Estado, que fue director de Fomento Artesanal y que gracias a ello pudo viajar a todos los rincones de Guanajuato.
Tuvo la necesidad de recuperar el trabajo que se realizaba en Guanajuato y que desapareció por más de 70 años. “Todas estas piezas que usted ve aquí, son antiguas”, señala el espacio.
“Yo trabajé con mi papá en la Fundición Artística”, se refiere a la cerámica mayólica que se fabricaba en el antiguo barrio de San Luisito, “a mi papá le gustaban mucho las antigüedades, tenía tantas cositas y puso una tienda”.
Agregó que desapareció la cerámica mayólica por la situación bélica que estalló en Guanajuato.
Luego conoció a la artista Gene Byron con quien trabajó durante tres años. “Le bocetaba las piezas y le hacía los moldes (…) hubo necesidad de conseguir un moldero y un ternero, empezamos a trabajar y a tornear; cuando yo llegué de Japón fue muy difícil para mí porque allá el torno gira en sentido contrario, la postura de las manos es diferente”.
Recordó un mural que realizó hace mucho tiempo, y de como de pronto se encontró con ciertas personas que le compraron parte de su trabajo.
“Hemos estado trabajando, ahora con el auxilio de mi hijo estamos todavía un poquito a flote”.
Apasionado de la mayólica aseguró que fue la primera técnica vidriada en el continente americano traída por los españoles. Particularmente en Puebla se vio mucho del estilo que se fabricaba en China, con tonos blancos y azules.“En Guanajuato fue muy especial, producían los platos soperos y piezas de ornato, muy conocida”.
Su hijo Gorky dijo que hay dos teorías sobre donde surgió la mayólica, la primera en Mayorca, España y la segunda con respecto a los países árabes.
“Tratan de hacer algo que parezca porcelana pero a baja o mediana temperatura, quizá se comercializaba en Mayorca y por eso su nombre de mayólica”.
Poco a poco la técnica se implantó en varios países de Europa; con respecto a México, se dieron cuenta que no había ninguna técnica de esmalte en todo el continente americano. “Donde hubo la mayor producción fue en Puebla, después Guanajuato (…) yo creo que la importancia del taller de mi papá es que esta técnica se perdió en la ciudad por un periodo de 70 y 80 años, él fue quien restauró la técnica como hace 300 años”.
Hay dos cambios importantes, la primera el quemado, antiguamente se quemaba en leña, ahora se hace con gas por cuestiones de producción y ecología. El segundo cambio ha sido tener que adaptar todos los esmaltes bajo las normas que se les han establecido. Las piezas son torneadas y pintadas a mano, que es su principal esencia.
La travesía no ha sido fácil, reconoce que se requiere cierto tiempo para que la gente aprenda el oficio. “Mi papá siempre dice que un buen tornero no es el que te hace 100 piezas en una o dos horas, sino un buen tornero es quien te saca dos piezas iguales, ese es el gran reto”.
Reconocen que la cerámica no es un producto de primera necesidad, “desgraciadamente hay veces que no se aprecia a las artesanías mexicanas, afortunadamente hemos podido exportar parte de nuestra producción principalmente a EU y eso ha ayudado a mantener el trabajo (…) estamos convencidos desde hace 55 años, que preservar la cerámica mayólica en la ciudad de Guanajuato, es nuestra misión”.
Ha tenido la oportunidad de colaborar con artistas como José Tomás Chávez Morado, Olga Costa y Luis García Guerrero.
Después de tantas exposiciones, viajes, homenajes se siente feliz. “Me siento alegre por mis hijos, mi familia, mi señora me ha apoyado mucho. Como las casas se hacen viejas, uno se hace reviejo… estuve un poco mal pero parece que ya me estoy recuperando”, señala Gorky.
