Lo que siglos atrás fue una vereda, se convirtió en uno de los lugares favoritos para pasear con la familia los fines de semana, el lugar que hoy conocemos como Paseo de la Presa de la Olla.
El espacio que dio origen al tradicional evento Fiestas de San Juan y Presa de la Olla que se realizan en julio, así como a la Apertura que en un principio tuvo como objetivo limpiar el río, se convirtió en un espacio recreativo para los guanajuatenses.
Se dice que antes de la construcción de la Presa de la Olla, ya estaba el Rancho de la Olla, por eso su nombre. En 1741 se determinó construir una presa para satisfacer las necesidades de sus habitantes. La presa, sin estar concluida, captó agua por primera vez en 1747; se terminó de construir en 1749.
En el año de 1795, el intendente Riaño apreciando la belleza del lugar, pensó en crear un paseo. Poco a poco se fueron construyendo casas de campo que a la fecha siguen maravillando a propios y extraños por su belleza, pues se caracterizan por tener un estilo diferente a las residencias que se encuentran en el Centro de la ciudad, que en su mayoría son construcciones de cantera estilo colonial.
Además cuenta con dos jardines, el Parque Florencio Antillón y el jardín Las Acacias que se ubica cerca de la presa de San Renovato.
