Desde hace 25 años, Josefina García carga la imagen de Santa Magdalena, en el viacrucis del Templo de San Roque.
Descalza y con prendas negras, participar en un viacrucis que dura alrededor de dos horas, toda una prueba de fe.
Su participación hace un cuarto de siglo inicio como agradecimiento a un milagro realizado por la Virgen de la Soledad.
Así son cientos las personas que observan cómo año con año, Josefina saca fuerza desde dentro de su corazón para cargar una anda que pesa varios kilos, bajo un sol cuyos rayos pesan como plomo.
. ¿Cómo empezó a participar en esta festividad?
R. Fue devoción, por un milagro que pedí a la Virgen de la Soledad. Mi hija tenía un soplo cardiaco y pues como es hija única, llegue al templo donde lloré y pedí mucho para que sanara.
Así comencé a venir al templo a ayudar, no a cargar precisamente sino a ver cómo podía ayudar, después fue cargadora. En este templo no hay remplazos, todo el recorrido lo hacemos nosotras.
. ¿Cuánto pesa el anda y la imagen?
. No sé cuánto pesa, es una imagen que cargamos entre aproximadamente 28 y 30 mujeres.
. ¿Por qué se hace el recorrido descalzo?
. No sé, quizá porque es penitencia, incluso en la noche durante el Santo Entierro o la Procesión del Silencio también vamos descalzas.
. ¿Cómo se preparan todo el año para este día?
. Comenzamos con el Miércoles de Ceniza, pidiendo perdón y todo lo que se hace, una preparación en todo el año, al menos en mí no hay.
. ¿Terminan fatigados?
. Terminamos escaldados de los pies, porque en las últimas vueltas se calienta mucho el piso, en ocasiones hay heridas porque la gente tira vidrios en el empedrado y difícilmente se pueden recoger todos.
Aunque temprano entre todos barremos y los soldados recogen vidrios con las manos, no se alcanzan a levantar todos.
. ¿De chica veía usted esta tradición?
. Sí, cuando tenía entre cinco y seis años, porque mi madre tuvo una tortillería en la plaza, así que yo veía la tradición.
. ¿Pensó ser parte de la tradición?
. No, curiosamente no.
. ¿Su familia está orgullosa de usted?
. Pues casi todos cargamos, mi hermana, sus hijos, su esposo. Mis hermanos, primos, cuñados, casi todos cargan.- Comenta Josefina García, quien a sus 57 años de edad ve con orgullo cómo van llegando jovencitas a participar de esta tradición, en la cual piensa permanecerá muchos años más.
