Cuando Rafael Villegas tuvo la dificultad de escribir un libro que no fuera demasiado académico ni literario surgió “Monstruos de laboratorio”, un texto sobre la forma en que esta representada la ciencia ficción en el cine mexicano.
En la presentación realizada en el Auditorio Euquerio Guerrero platicó que en lo que respecta al séptimo arte siempre tuvo una cercanía con las películas de la época de oro, aquellas que se distinguían por el clásico hombre vestido de charro y que además interpretaba canciones como parte de la historia de la película.
Quería escribir algo en relación con el cine para su tesis de maestría, dijo que la idea al principio era algo completamente diferente, pues tenía en mente escribir sobre la representación de los medios del supuesto animal que mataba cabras y que la mayor parte de Latinoamérica conoció como “El chupacabras”.
Sin embargo su historia dio un giro de 360 grados cuando buscó algo más allá de lo habitual. Para continuar con su tesis se puso a analizar más de 130 películas, buscar archivos y fuentes para completar la información de su texto y de esta manera entender el curso de la cinematografía de nuestro País.
Aseguró que la mayoría de las películas de ciencia ficción mexicanas son una “porquería”, son muy malas, desde la estructura del guión hasta de los personajes. Sin embargo, mucho tiene que ver con los acontecimientos que marcaron la historia de México.
Por ejemplo, después del lanzamiento de la bomba atómica casi a finales de la segunda Guerra Mundial, Japón tuvo ideas muy diferentes en torno a la ciencia ficción, sus películas se distinguieron por tocar el tema de la apocalipsis, que mucho tiene que ver el terrible acontecimiento que marcó el final de la guerra.
Mientras que en México se intentaba copiar lo que se realizaba en Estados Unidos, hubo un momento en que todo cambio, después de los habituales escenarios fílmicos en las zonas rurales y temas religiosos, hubo algo que sin duda modifico su contexto, la era moderna.
Casi todas las películas de ciencia ficción estaban relacionadas con el futuro, donde sus personajes principales eran alienígenas, incluso robots. Para entender un poco el cambio explicó una escena en donde dos actores asisten a una fiesta de disfraces, uno se viste como el clásico charro y otro como robot, en algún momento hay una pelea donde el charro recibe una descarga eléctrica por parte del hombre vestido de un ser del futuro.
Para entender el contenido de “Monstruos de laboratorio” puedes descargar la versión digital en la página de Internet: www.apocrifa.net
