La fotógrafa Marissa Olivares Azuara presentó en la galería El Atrio parte de la colección fotográfica “Rituales y Ceremoniales de Muerte”, fotografía conceptual y obra fusión.
Marissa captura una de las manifestaciones más arraigadas  del pueblo mexicano, el folklor que se presenta cada 1 y 2 de noviembre en varias partes del país, pero con su toque artístico del cual emana un sentido estético y muy particular.
El filósofo Juan Manuel Vivanco define su obra como el arte que resuelve la separación entre lo que se ve y el ser mismo. En su obra encontramos imágenes de un hombre con el torso desnudo, usando una máscara y tocando el violín. En otra imagen una mujer vestida de novia con la cara pintada de blanco y negro asimilando ser una calavera.
El espectador se encuentra a varios personajes pintado de varios colores, algunos tienen envuelto un poco de tela color naranja, un juego con la luz, algo de suma importancia para tomar una fotografía,  pues la luz es la base de esa herramienta que logra captar imágenes con solo oprimir un botón.
Aunque se necesita más que eso para lograr una buena fotografía, todo es gracias a la imaginación del fotógrafo, él es quien logra crear la verdadera magia, la cámara es solo la herramienta, la  verdadera esencia pertenece al ser humano.
“La virtud básica de esta artista es la transparencia: las lentes que utiliza, el gestual que lla misma ejecuta para obtener las imágenes, limpian de obstáculos la carrera de la luz entre el objeto y el espectador. Pero su obra es efectiva gracias a un método que no sólo tiene que ver con la técnica sino con el son del corazón”.
Visita la exposición temporal que estará en exhibición hasta el 11 de diciembre en la galería El Atrio, ubicada en el pequeño corredor del templo de la Compañía.

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