Uno de los aspectos más importantes de la calle subterránea es su estilo arquitectónico, un detonante que atrajo el turismo internacional, por ello, el quinto coloquio tomó como referencia éste tema que contó con la participación de Agustín Ruiz Lanuza, Janet Martínez Ortega, María de Jesús Puy y Alquiza, y Velia Ordaz Subia.
Su construcción tuvo como objetivo arreglar el problema vial que tenía la ciudad hace 50 años, desde entonces es usada para ese fin, además de estacionamiento. Agustín Ruiz Lanuza comentó que hay varios criterios importantes para que Guanajuato sea una ciudad turística: la minería y el contexto  histórico y arquitectónico, una ciudad colonial con una calle única en su estructura.
Durante su ponencia mostró una tabla del lugar que ocupa la calle en los blog de viaje, en la oferta y promoción turística, encontrándose abajo de inmuebles como el Teatro Juárez, el Mercado Hidalgo y la Alhóndiga de Granaditas.
También destacó que a pesar de ser uno de los lugares más atractivos para los turistas, hay lugares donde no es fácil caminar debido a lo cerrado de la calle, pero por otra parte hay lugares que  han sido usadas para promocionar el municipio y son de fácil acceso.
Entre los espacios que pueden disfrutar los guanajuatenses y los turistas esta la vista abajo del Callejón del Beso, es amplia  y atrae a las personas por su peculiaridad de ver la parte trasera de las casas; otro espacio es abajo de la Calle de Alonso, donde se encuentra el abanico de arcos; así como abajo del Jardín de la Unión donde están los dobles arcos.
El expositor detalló algunas formas de las que pueden ser utilizados estos espacios, uno de ellos es establecer un mercado artesanal por un cierto periodo o tiempo, incluso un café, pues en otros lugares del mundo los espacios subterráneos han sido utilizados para fines turísticos.
Por su parte, la historiadora Janet Martínez Ortega retrocedió en el tiempo precisamente en la década de los 30´s del siglo pasado para hablar sobre el interés de promocionar a México, principalmente por sus bellezas naturales como las playas, momento donde algunos se preguntaron como promocionar a una ciudad como Guanajuato.
En ese entonces la ciudad ofrecía algo que caracterizaba a la mayor parte de provincia, un lugar tranquilo, pero a diferencia de otros lugares, tenía algo particular, había surgido la minería siglos atrás y se había suscitado uno de los acontecimientos históricos más importantes de México, la toma de la Alhóndiga de Granaditas.
Entre 1950 y 1960 hubo varios cambios respecto a la promoción y difusión turística de la ciudad, donde además se incluyó la aportación de los hoteleros. Durante ese tiempo Enrique Ruelas ya trabajaba en los Entremeses Cervantino, algo que acaparó la atención de muchos, artísticamente es antecedente del Festival Internacional Cervantino; incluso del Museo Iconográfico del Quijote, debido a que su fundador don Eulalio Ferrer notó el interés por la obra de Miguel de Cervantes Saavedra.
Luego se construyó el acceso vehicular que atrae principalmente a extraños por única razón, no hay ninguna otra ciudad que tenga una calle con la mismas características. Por su parte María de Jesús Puy y Alquiza y Velia Ordaz Zubia hablaron sobre los contaminantes en la calle y propuestas de solución.

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