Con una calma impaciente, restaurantes y bares de la zona Centro esperaban la llegada de aficionados para vivir el partido México-Croacia, que finalmente terminó 3 goles contra uno, favor de los connacionales.
Meseros y hostess a la puerta de los negocios enfundados en sus camisas verdes, invitaban a pasar a los paseantes, “adelante, bienvenidos”, repetían al paso de los peatones, algunos entraban a La Botellita, adjunto al Jardín Unión, otros se iban de largo.
Adentro ya había al menos tres mesas ocupadas, y en las tres pantallas del lugar se veía el verde del césped de la cancha donde la escuadra mexicana se enfrentaría a los croatas, a la puerta colgaba una enorme bandera tricolor y los comensales adentro empezaban a beber impacientes por el partido.
A unos metros, el restaurante Valadez pasó al interior a sus comensales que ocupaban las mesas exteriores, pues minutos antes los sorprendió una fuerte lluvia que no duró más de 10 minutos pero que inundó las carpas que cubrían las mesas.
Algunos clientes llevaban la camiseta verde bien puesta, minutos antes de que comenzara el encuentro mundialista en Recife.
Sobre la calle Sopeña, en el bar Karaoke Don Olé, sólo una mesa estaba ocupada e igual las pantallas mostraban el calentamiento de los equipos rivales, a la puerta una hostess y un mesero repartían volantes invitando a pasar.
Y la imagen se repitió en otros establecimientos, mucha propaganda, mucha espectativa pero poca clientela a menos de media hora de que iniciara el partido.
“Está tranquilo ahorita por la lluvia, yo creo, pero ya van varias personas que me comentan que las van a dejar salir temprano para ver el partido, igual en uno rato más llegan”, comentó la recepcionista del Bar Oveja Negra, en la esquina de San Francisco y Cantarranas, que lucía bastante desangelado pese a las pantallas HD y la publicidad a la puerta.
Y así fue, iniciado el encuentro comenzaron a llenarse poco a poco las mesas, los comensales llegaron ‘rayando’ luego del silbatazo inicial.
Tres gritos de gol acompañados de trompetas hicieron eco en los callejones del Centro, al final sí hubo afición que terminado el juego siguió el festejo.
