Principios de 1870, el gobernador Florencio Antillón modificó el uso de suelo de ese terreno y decidió que se levantaría un gran teatro. El predio donde se edificó costó 30 mil pesos.
José Noriega fue el arquitecto encargado de iniciar los trabajos de construcción en el año 1873. Su construcción estuvo detenida por 19 años y fue retomada en 1892, durante el gobierno de Manuel González.
En una segunda etapa, el proyecto fue retomado por el arquitecto Antonio Rivas Mercado y por el ingeniero Alberto Malo.
La decoración estuvo a cargo de los artistas mexicanos Jesús Herrera, el señor Pérez y el señor catalán Amerigo; aunque el trabajo pesado recayó en manos de experimentados obreros mexicanos.
Estilo arquitectónico
La parte exterior cuenta con un estilo neoclásico, destaca su estilo dórico de inspiración romana. Tiene forma de herradura, con cuatro órdenes de palcos y localidades generales.
La inauguración
Las invitaciones se repartieron el 20 de octubre de 1903, en ellas se especificó vestir de etiqueta. En caso de no poder asistir, el invitado tendría que devolver el boleto a más tardar el día 25.
El día de su inauguración, el 27 de octubre, resonaron las campanas de la Basílica Colegiata de Nuestra Señora de Guanajuato, se escuchó un toque de atención y se dejaron oír las notas del Himno Nacional Mexicano. El entonces presidente Porfirio Díaz estuvo presente.
El público disfrutó de la ópera Aída de Giuseppe Verdi montada por la compañía de ópera italiana Ettore Drog.
Un día después, se llevó a cabo un baile de gala donde se contó con la presencia de la orquesta de don Miguel Lerdo de Tejada, compuesta por 15 músicos, que para la ocasión cobró 270 pesos.
