Personas de la tercera edad batallan todos los días para acceder a beneficios sociales en los edificios públicos de Dolores.
“Batallamos con cuando viene a hacer su Prueba de Vida o hasta para sacarlo al patio, es difícil para los que estamos a cargo de él”, señala la nieta de Sabino Godínez González de 82 años, quien desde hace cinco años no puede mover las piernas.
“Ya no puedo andar nada”, dice don Sabino, sentado en la caja de una camioneta donde lo puso el esposo de su nieta luego de cargarlo en brazos por las escalinatas de la Presidencia Municipal para que ofreciera su ‘Prueba de Vida’ y obtener la pensión del programa federal ‘65 y Más’.
La Presidencia cuenta con una silla de ruedas para discapacitados que lleguen al edificio pero ayer no estaba disponible porque la mandaron a ponerle los logos de la administración actual.
Y aunque la entrada del edificio tiene una rampa para sillas de ruedas, el paso del estacionamiento hasta las escalinatas está cubierto de tepetate y grava, por lo que el trayecto es pesado para cualquier discapacitado.
Adentro se pretende construir un elevador para que las personas en sillas de ruedas se desplacen en las tres plantas del edificio pero hasta el momento no hay planes para su terminación.
Mientras tanto, los minusválidos deben ingeniárselas para llegar a las oficinas municipales y obtener los servicios por los que pagan impuestos.
También en el IMSS
El derechohabiente Emiliano Ortiz García, señaló que las escaleras de entrada a la clínica del Seguro Social, está fracturada; lo que representa un riesgo para los derechohabientes.
“Se supone que deben dar el servicio en las mejores condiciones y esto también forma parte de eso, hasta ahora no sé si haya habido algún percance pero espero que no”, comentó.
Junto a las escaleras, donde se observa un escalón agrietado y con partes de herrería que sobresalen, está una rampa para personas en sillas de ruedas.

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